19 mayo 2024
México.- Estados Unidos informó que el flujo migratorio desde los 12 países de América Latina y el Caribe con más personas que, sin visas, viajaron a suelo estadounidense de octubre de 2023 a marzo de 2024 creció en 202 mil 124 personas -más de la mitad por México- en comparación con el periodo de octubre de 2022 a febrero de 2023.
Un reporte de Estados Unidos sobre latinoamericanos y caribeños retenidos sin visas en todos los puestos migratorios estadounidenses aéreos, marítimos y terrestres mostró que el total aumentó de un millón 182 mil 419 en la primera mitad del año fiscal previo (2022-2023) a un millón 384 mil 543 en el actual.
El incremento de retenciones de personas nacidas en las 12 naciones llegó a 106 mil 10 en los sectores limítrofes de Estados Unidos con México, al pasar de un millón 82 mil 488 de octubre de 2022 a marzo de 2023 a un millón 188 mil 498 de octubre de 2023 a marzo de 2024, apuntó.
En una de creciente presión política en México y Estados Unidos como piezas cruciales de la crisis migratoria, con el factor de 2024 por los comicios presidenciales mexicanos en junio y estadounidenses en noviembre, el promedio diario entre ambas etapas fiscales subió de 6 mil 496 a 7 mil 565, precisó.
Una mezcla de turbulencia socioeconómica, política e inseguridad, miseria, desempleo, violencia, crimen organizado, marginación y desesperanza empujó en seis meses a centenares de miles de latinoamericanos y caribeños a escoger la peligrosa decisión de migrar a Estados Unidos y emular a millones que optaron por esa vía hace 50 años.
Explotado por la delincuencia organizada transnacional, el movimiento prolongó el más profundo conflicto migratorio en la historia de América, que se agravó a principios del siglo XXI y se intensificó al menos desde 2018 con el inicio de multitudinarias caravanas de americanos, asiáticos y africanos por Honduras, Guatemala y El Salvador a México y Estados Unidos, pese a las batidas en Centroamérica y en otros países contra las cadenas de traficantes de seres humanos y a los reiterados llamados gubernamentales que instaron a las personas a evitar pagar grandes cantidades para insertarse en los peligrosos caminos de la migración irregular, el fenómeno se afianzó en sus raíces socioeconómicas, políticas y criminales.