23 de agosto de 2017
Legisladores panistas, perredistas y priistas confrontaron posturas respecto al incremento de las propiedades de familiares del dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya Cortés, y lo llamaron a aclarar el origen de dichos bienes.
En rueda de prensa, la senadora priista Graciela Ortiz Gonzalez opinó que el presidente nacional del partido blanquiazul ofende a los mexicanos al tratar de vulnerar la libertad de prensa, señalando que es una estrategia perversa del gobierno federal o del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Rechazó que el gobierno federal recurra a las amenazas como asegura Anaya Cortés, cuando a lo largo de los cinco años que lleva la administración ha privilegiado el diálogo y la negociación con todos los actores políticos a través de las distintas instancias de gobierno.
Por separado, los coordinadores del Partido Acción Nacional (PAN) en el Senado, Fernando Herrera Ávila, y en la Cámara de Diputados, Marko Cortés Mendoza, advirtieron que no cederán a chantajes cuyo fin es que se nombre un fiscal general con tintes o militancia partidista.
Esta decisión, aseguraron, fue tomada por la dirigencia del partido y será respaldada por sus legisladores en ambas cámaras en el próximo periodo ordinario de sesiones.
A su vez, el coordinador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en San Lázaro, Francisco Martínez Neri, sostuvo que Anaya Cortés debe aclarar a la opinión pública el origen de los recursos, «si estas informaciones que se están publicando son ciertas o no”.
“Me parece que es una obligación dar la cara ante la sociedad, porque la sociedad nos colocó aquí, y lo menos que podemos hacer es enfrentar este tipo de cuestiones”, agregó.
En tanto el PAN en la Ciudad de México, que dirige Mauricio Tabe Echartea, expresó su respaldo al dirigente nacional panista ante lo que consideró como una campaña de difamación, que obedece a la oposición de nombrar a un fiscal general anticorrupción con tintes partidistas.
Un diario de circulación nacional publicó que Ricardo Anaya Cortés, sus suegros y otros familiares aumentaron, en los últimos 14 años, su participación en empresas y su patrimonio inmobiliario, al pasar de seis inmuebles, con valor de 21.9 millones de pesos, a 33, con un valor aproximado de 308 millones.