30 de agosto de 2017
A la vista ya la presentación y entrega del V Informe del presidente Enrique Peña Nieto que, en opinión de los más, marcará el arranque formal del proceso de cierre del actual sexenio e, igualmente, de la cuenta regresiva en la selección de quien, como abanderado del Revolucionario Institucional y aliados buscará, el próximo año, mantener al tricolor en la Residencia Oficial de Los Pinos, las versiones sobre cambios en el gabinete presidencial volvieron a cobrar fuerza.
Tal nivel alcanzaban ayer las filtraciones presuntamente oficiales que, al filo del mediodía, ya no eran tres y/o cuatro los posibles movimientos al más alto nivel de la estructura gubernamental, sino ¡hasta seis y ocho!, “con objeto, presumiblemente, de dejar todo a punto…” —se llegó a hablar hasta de coordinadores de campaña de al menos dos de los más avanzados presidenciables— para cuando el jefe del Ejecutivo decida implementar los cambios que, coincidían los trascendidos, deberán ocurrir antes de las fiestas patrias.
Aurelio Nuño Mayer, al igual que el no-priista José Antonio Meade Kuribreña y Miguel Ángel Osorio Chong, huelga decir, fueron los más mencionados entre quienes dejarían ya sus posiciones en el equipo presidencial para, desde frentes distintos —los dos primeros desde el oficialismo videgarayista, y el tercero arropado por el priismo más tradicional—, aunque, vale decir, la insistencia en reposicionar a un (ya muy) diluido José Narro Robles, de Salud, pareció, por momentos, más que evidente.
En ese marco, entonces, es que se daba por hecho el abandono de Educación Pública por parte de su titular que, eventualmente, sería sustituido por alguno de los subsecretarios en funciones —Otto Granados o Javier Treviño, presumiblemente—, en cuanto al responsable de Hacienda, a quien igual se continúa posicionando como aspirante a la candidatura presidencial tricolor que en la gubernatura del Banco de México que dejará vacante Agustín Carstens, las apuestas en lo que a su eventual relevo se refiere, seguían favoreciendo, ¡y de lejos!, a José Antonio González, responsable en funciones de la dirección general de Pemex.
En cuanto a la dependencia responsable de la política interna y, en el actual sexenio, de la seguridad pública, el cambio del secretario se da por seguro —“independientemente esté siendo o no considerado entre los posible…”— y entre sus posibles relevos se lista igual al subsecretario Roberto Campa Cifriánque, ojo, a un “externo” que bien podría surgir de las filas del Legislativo —(Emilio) Gamboa Patrón y Jorge Carlos Ramírez Marín fueron los más citados— o, incluso, alguno de los personajes que, en la pasada XXII Asamblea Nacional del PRI “jugaron un papel especialmente relevante…”, el exdirigente Manlio Fabio Beltrones incluido.
Las cartas, se dice, están echadas y sólo falta que se cumplan los plazos definidos.
ASTERISCOS
* Lo dicho: si bien aún no de manera plena, la estrategia de respuesta de Ricardo Monreal a la supuesta “encuesta” que ubicó a Claudia Sheinbaum como virtual candidata de Morena al gobierno capitalino en 2018 está en marcha; tanto, que en círculos cercanos al zacatecano se da por hecho tanto su ruptura con el lopezobradorismo como su salida de la Cuauhtémoc para buscar ser nominado al cargo por el perredismo-mancerista. Es cuestión de días…
* Nueve días escasos antes que entre en vigor la prohibición del INE de Lorenzo Córdova para que aspirantes a puestos de elección se promuevan en Medios, el 8 de septiembre, el “generoso” regalo en forma de spot —¡seis segundos a cuadro cada uno!—- que el indefinido Ricardo Anaya hizo a Juan Carlos Romero Hicks, Ernesto Ruffo y Luis Ernesto Derbez para promover sus aspiraciones presidenciales sigue, literal, enlatado. Nueve, ocho, siete…
Veámonos el viernes, con otro comentario De naturaleza política.
Twitter: @EnriqueArandaP