8 de febrero de 2018
México.- Sergio López Vigueras, Emiliano Álvarez, Axur Eneas, Laura Beaza, Eduardo Sangarcía y Uriel Mejía, ganadores de las diversas categorías del Premio Nacional de Literatura Joven Tierra Adentro 2017, se reunieron en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes, donde hablaron de las obras distinguidas.
Ante familiares y amigos, Sergio López Vigueras, ganador del Premio Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo, definió a su obra “La bala” como una obra sobre el lenguaje como mediador entre el pensamiento y el mundo. La materialidad sonora de la palabra como puente entre el sentido y la mente, otra forma del diálogo, teatro, sentido, pensamiento.
«La bala» es también una radiografía de su proceso creativo al interior del teatro, dijo, porque en este momento de su vida, habiéndolo diseñado, dirigido y hasta ejecutado, eso es lo que piensa que es el teatro, lo que intuye, y lo que cree de para qué sirve, para poner frente a los ojos nuevas formas de explicar, entender y codificar el mundo y al ser humano.
«El teatro como un ensayo de la vida, como un intento de ser en el mundo», añadió el ganador del Premio de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo, convocado en conjunto por el Fondo Editorial Tierra Adentro y el Centro Cultural Helénico.
Por su parte, Emiliano Álvarez, ganador del Premio de Poesía Joven Elías Nandino, comentó que su libro “Sólo esto” lo escribió hace unos cinco años, el libro está formado por epístolas y en versos, un género que fue muy socorrido en un momento de la tradición literaria, aunque hoy en día no sea tan frecuente.
“Para mí la poesía es, entre muchas otras cosas, una herramienta de autoexploración. Hoy en día el territorio más socorrido de todo el vastísimo continente de la poesía es la comarca de la lírica, la lírica se refiere a aquella poesía que habla de las experiencias vitales de los sentimientos y reflexiones de un sujeto”, aseguró el poeta.
Al mismo tiempo, abundó, un encuentro con referentes culturales que el autor logra transfigurar con el manejo de sus recursos, permitiendo que adquieran nuevos significados.
Axur Eneas, ganador del Premio de Novela Gráfica, dijo de su obra ganadora “Dibuja una casa”, que el título viene de los exámenes psicométricos, ya que lo que más recuerda de su infancia es la idea de dibujar algo.
“Nunca pensé cuál era el motivo de eso, sólo pensaba en dibujar un bonito árbol, una bonita casa, un perro o mi familia, y en este libro he dibujado las casas donde he vivido”, aseguró el ilustrador.
“Dibuja una casa” es su segunda obra gráfica y narra como historia principal la búsqueda de un departamento en la Ciudad de México e independizarse, pero al describir varios momentos de los lugares donde vivió, el mensaje de la historia es sobre lo que denominamos hogar.
Laura Baeza, ganadora del Premio Julio Torri por su obra “Ensayo de Orquesta”, señaló que su libro es un conjunto de cuentos con estructura de una sinfónica, “creo que desde el inicio lo concebí de esa manera”.
“Las secciones, los instrumentos y sus instrumentistas están ahí, cuerdas, maderas y metales, relacionándose entre sí a la hora de la lectura o físicamente si se habla del libro, pero cada personaje tiene un conflicto individual, un mundo, tiempo y lugares distintos y no siempre tienen que acercarse entre ellos, como suele suceder entre los 40, 50 o más cuando conforman una sinfónica verdadera”, apuntó Baeza.
Eduardo Sangarcía, quien obtuvo el Premio Comala por su obra “El desconocido del Meno”, se presentó como un apasionado de la guerra desde que estaba en sexto de primaria y leyó sobre ella en los libros de su hermano mayor.
“Tenía un compañero en el salón a quien le gustaba también el tema y discutíamos largamente sobre el papel que jugaron en el conflicto las grandes figuras de la guerra, desde entonces me ha interesado investigar sobre el tema”, afirmó.
Por su parte, Uriel Mejía se refirió a su libro “El tiempo del cocodrilo”, Premio José Revueltas, que aborda historias personales que se entretejen para crear un gran fresco de un pueblo atrapado entre las asociaciones mágicas y el devenir de la historia, donde los personajes se enfrentan a la violencia de deseo y la dura certeza de que toda vida se sostiene de sacrificios.