10 de abril de 2018
Madrid.- La exposición “Duchamp, Magritte, Dalí, Revolucionarios del siglo XX” reúne por primera vez en esta capital unas 180 piezas dedicadas a los principales creadores del dadaísmo y surrelismo.
El Palacio de Gaviria de Madrid presentó la muestra que hasta el 15 de julio adentra al espectador en estas corrientes del arte, sus principales autores, en piezas pertenecientes al Museo de Israel, en Jerusalén.
Tras su paso por Boloña, la exposición incluye además de Marcel Duchamp, René Magritte y Salvador Dalí, piezas de Man Ray, Yves Tanguy, Max Ernst, Leonora Carrington, Rufino Tamayo, Jackson Pollock, Francis Picabia, Joan Miró, Alexander Calder, Kurt Schwitters, Macel Janco y otros.
Los espejos y frescos del céntrico palacete madrileño se mezclan con los cuadros, fotografía, escultura, objetos diversos convertidos en arte, instalación y video, en un montaje realizado por el arquitecto Oscar Tusquets.
La comisaria de arte moderno del Museo de Israel, Adina Kamien-Kazhdan recalcó que para esta exposición se parte de que el dadaísmo y el surrealismo comparten muchos temas y como movimientos artísticos están correlacionados.
En la presentación de la muestra, abundó al recorrerse las cinco salas del lugar queda clara la idea de que el proceso conceptual es lo importante en estas corrientes de arte.
La exposición está estructurada en las secciones “Deseo: la musa y la violencia”, con lo que se experimentaba los miedos, fantasías e inhibiciones; la sala “Yuxtaposiciones maravillosas” destaca los objetos, materiales y collages utilizados para crear arte.
La tercera sección “El automatismo y su evolución” aborda la forma en que el surrealismo trabajó el inconsciente, los sueños y los descubrimientos de la psiquiatría en los inicios del siglo pasado.
La sala “Biomorfismo y metamosfósis” abarca la tendencia surrealista a basarse en formas naturales, elementos biológicos y botánicos mezclados con toques figurativos, muy presente en pintura, escultura y relieves.
La muestra cierra con “Ilusión y paisaje onírico”, en la que el paisaje de las piezas funde realidad con imaginación, se distorsionan mediante objetos que de forma inconexa alteran la percepción.
La exposición está organizada por la compañía italiana Arthemisia, el Museo de Israel en Jerusalén, el Ayuntamiento de Madrid y la embajada de Israel en España.