6 Enero de 2020
México.- El Día de Reyes es toda una tradición en el panorama cultural mexicano. Cada 6 de enero las familias se reúnen, parten la rosca y levantan al Niño Dios entre cúmulos de oraciones. Se trata de la llegada a Belén de tres personajes que, según el evangelio de San Mateo, arribaron a ese pueblo con la guía de una estrella, y portaron el único deseo de rendirle homenaje al nuevo mesías.
El arte no ha pasado por alto este pasaje. Las virtudes pictóricas de algunos autores como Gentile da Frabiano, Leonardo da Vinci o Peter Paul Rubens, se han encargado de abordar el tema a lo largo de los siglos. Incluso, las primeras de estas representaciones litúrgicas datan de la época romana.
CATACUMBAS DE PRISCILA
Bajo el suelo de Roma, en la Vía Salaria, yace un cementerio cristiano. Sus criptas de roca son acompañadas de frescos, cuyos colores retratan diversas escenas bíblicas. Y sobre un arco de la llamada Capella Graeca (cuyo nombre griego se conserva por las inscripciones que existen en ese lugar), emergen las siluetas de los tres Reyes Magos; sus gorros frigios señalan su lugar de procedencia. Esta es considerada la primera representación sobre los monarcas de Oriente.
GENTILE DA FRABIANO
Catalogado como uno de los principales exponentes del estilo gótico internacional en Italia, Gentile da Frabiano pintó en 1426 la Adoración de los Reyes Magos, debido a un encargo de Palla Strozzi, un banquero y político de Florencia. Esta es su obra más conocida y en ella plasmó sus influencias sienesas y lombardas. Lejos de la escena humilde que narran las Sagradas Escrituras, en la obra de Gentile da Frabiano se logra apreciar un desplegado de materiales lujosos. Muestra los detalles de vestidos finos que visten a los reyes, así como de los integrantes de la alta sociedad fiorentina (entre los que destacan algunos clientes del pintor). También aparecen animales exóticos como monos, dromedarios, guepardos o halcones que no tienen otro simbolismo más que mostrar el poderío económico de la familia del mecenas. La obra se encuentra actualmente en la Galería de los Uffizi, en Florencia.
LEONARDO DA VINCI
Por su parte, el también autor de La Gioconda, pintó en 1481 su propia Adoración de los Reyes Magos. Se trata de una tabla inacabada al óleo, encargo de los monjes que habitaban en el monasterio de San Donato, en la localidad de Scopeto, cerca de Florencia. Su discurso visual engloba una composición compleja; existe una agitación. En la pirámide central aparecen los protagonistas: la Virgen María, el Niño Jesús, y los Reyes Magos (quienes se presentan ancianos). Tras ellos, Leonardo da Vinci creó un arco con una multitud de personas. El séquito, que también se conforma de pastores y ángeles, parece invadido por la emoción que provoca el nacimiento de Jesús. Esta obra también se exhibe en la Galería de los Uffizi.
PETER PAUL RUBENS
En 1609, el Ayuntamiento de Amberes (Bélgica) encargó esta pintura a Peter Paul Rubens para decorar la Cámara de los Estados, con motivo de la firma del Tratado de Amberes. El tema fue elegido como un símbolo de los beneficios que el tratado llevaría a la localidad amberina. Por eso, el cuadro presenta referencias de una bonanza vaticinada. El corazón del Tratado de Amberes es representado con un par de ángeles que con su luz celestial alumbran la escena. Entre 1628 y 1629, la obra fue ampliada por Rubens en España. Añadió ciertos detalles, siendo el más destacado su autorretrato (el hombre de la casaca morada junto al caballo de la derecha). El Museo del Prado de Madrid es el recinto que alberga a la pintura.