3 de febrero de 2018
- El Festival Letras en Tepic organiza mesas de trabajo sobre temas de actualidad llevados a los libros
Tepic.- Los mexicanos deben quitarse el peso de la historia, no olvidarla, sino recuperarla, tenerla presente y llevarla a todos los espacios donde hasta hoy no han podido llevarla convertida en leyes, principios y oportunidades. Además, no pueden seguir lamentándose porque hace 160 años perdieron la mitad de su territorio.
En eso coincidieron aquí los historiadores y escritores Javier Berecochea, Jorge Briones Franco y Alejandro Rosas al participar en la mesa de debate “Mitos y (no) ficciones de la historia mexicana”, organizada en el marco del tercer Festival Letras en Tepic, que se realiza en esta capital con la asistencia de autores inscritos en todos los géneros literarios.
Ese acontecimiento fue “gravísimo” en su momento”, pero a la fecha, dijeron, los mexicanos siguen cargando la historia como una lápida. Ahora, continuaron, deben dar el siguiente paso, es decir, hacer una historia incluyente en la que puedan contar historias locales sin la óptica desde el centro de la República Mexicana, como ha sido hasta ahora.
De esa manera, acotaron, siempre se han contado las historias de una manera centralista, dejando siempre a un lado lo que sucedió en realidad, a partir de todo lo que se sabe y se cuenta a nivel local y regional en las diversas zonas en las que se puede dividir al país. Cada nación, sistema, grupo, crea sus propios mitos, y de eso hay varios ejemplos.
Entre mito, historia y ficción hay una gama de situaciones que se conectan y comunican, apuntaron los apasionados especialistas, con sus realidades, ficciones. En ese apasionamiento, abundaron, los escritores cuentan la historia de una forma bonita, agradable, para halagar al lector, dejando a un lado el rigor historiográfico.
Se debe tener cuidado de no crear una falsa historia de lo que están contando. El mito es maravilloso, se disfruta y se goza, aunque, advirtieron, se debe tratar de narrar la historia lo más recta y verdadera, como acontecieron los hechos, labor que, sin embargo, debe ser llevada a cabo por los historiadores y los académicos, sin obligación de hacerla amena.
Dejaron ver que en la actualidad, la ficción se encuentra más presente que nunca en la novela histórica y hay grandes publicaciones sobre ese tema, y este festival tiene como meta acercar a la gente a la lectura, y por ello pidieron al público presente acercarse a la historia a través de la palabra escrita, para lo cual hay dos opciones básicas.
Una, apuntaron, la que está fundamentada a través de la biografía, del ensayo y de la crónica, la divulgación científica e historiográfica, y la otra, la que autores los escritores de novelas, que está recreada en diversos pasajes para ser más atractiva; los escritores toman hechos y nombres reales, a los que aderezan con su imaginación literaria.