7 de marzo de 2018
Toledo.- Con una amplia zona del trabajo artístico y de la producción escritural del creador mexicano Alfredo Castañeda, el Museo de la Santa Cruz de Toledo acoge la exposición «Alfredo Castañeda. Tratado Nave-Gante», con más de 100 piezas concebidas en diferentes formatos y técnicas.
La muestra, que podrá disfrutarse hasta el próximo 8 de abril y curada por Andrés Isaac Santana, presenta piezas que incluyen la obra pictórica tradicional en el acuerdo tácito de óleo sobre lienzo, la obra gráfica, el dibujo y la fotografía.
Además un importante número de documentos adicionales que sirven de apoyatura visual y documental de la trayectoria del artista mexicano, considerado una de las voces más importantes y ciertamente particulares del arte mexicano, latinoamericano y universal.
Santana explicó que la obra de Castañeda es una suerte de sanación en un mundo de arrebatos y de exterminios; una suerte de alivio frente a la locura de un tiempo cultural que se supedita a las maniobras del espectáculo y del ruido.
Anotó que en ella habita el eco de la epifanía y de la concordia, el concierto de voces que, desde la poesía, recuerdan la grandeza del espíritu humano.
«La obra de Castañeda refrenda el más puro gesto de reconciliación entre el yo y el mundo; entre el ser y la nada, entre la pintura y la escritura», dijo.
El curador de la muestra apuntó que estas piezas disfrutan de la enorme facultad narrativa de contar miles de historias, pero por sobre todas esas narraciones presumibles se advierte una que se sella como el tatuaje indeleble en el cuerpo de la pintura.
Esta es, prosiguió, la historia de una pasión, el relato de ese amor que acompañó a su ser y a su obra, entre suspiro y suspiro: Hortensia, su amor, su gran amor, quien le sobrevive.
En entrevista con Notimex, su hijo, también llamado Alfredo Castañeda, indicó que la exposición constituye «un tratado de mi padre y de mi madre como navegantes, y a lo largo de toda la carrera pictórica de mi papá, siempre hay que pensar que hay marinos que están atrás, que apoyan al capitán para dirigir la nave».
«En este caso pues ha sido una carrera que han hecho los dos solos desde que fueron novios hasta que mi padre murió, y a lo largo de sus obras se puede ver muchísimo el tema del mar, de los barcos, de las naves, de personas que salen de los pastizales y que vuelan, personajes que quieren volar, sobre todo al cielo».
Explicó que su padre, quien falleció en Madrid en 2010, tenía siempre dentro de su obra un razonamiento espiritual y sobre todo ese que era la verticalidad y la horizontalidad, lo que se puede ver en sus pastizales, en el horizonte del mar.
Agregó que la fe y la religión, ya se tratara del judaísmo, del islamismo, de las religiones de oriente, pero sobre todo del cristianismo, son fundamentales en su obra.
Alfredo Castañeda padre ha sido definido como esotérico, simbolista, y como surrealista.
Al respecto, su hijo señaló: «es un hombre que siempre estaba de alguna manera despidiéndose de lo terrenal para irse hacia otro lugar».
La obra del mexicano es muy vasta y está repartida entre México y Estados Unidos, «por lo que deseamos que se pueda hacer una retrospectiva mucho más amplia con lo que hay en esos dos países», puntualizó.