3 de junio de 2018
- Más que incluir sus éxitos, este tributo recoge las canciones que a ella le gustaba cantar, destaca la cantante María Inés Montilla
México.- «Nadie puede parar el viento» es un pensamiento atribuida a la cantante Mercedes Sosa, máxima exponente del folclor argentino conocida como «La voz de América Latina», y de acuerdo a la promotora cultural María Inés Montilla, «ella se refirió a que nadie puede parar a los artistas, ni a la poesía, ni a la voz de quien se planta en un escenario para decir cosas que valen la pena».
Entrevistada por Notimex con motivo de la presentación del disco «Nadie puede parar el viento: Homenaje a Mercedes Sosa», Montilla se declaró admiradora de esa artista nacida en San Miguel de Tucumán el 9 de julio de 1935 y fallecida en Buenos Aires el 4 de octubre de 2009, cuando narró que el proceso creativo de ese fonograma nació hace casi cuatro años, en una reunión de amigos, músicos talentosos.
«Yo quería rendir un homenaje a Mercedes Sosa y lo comenté con Juan Martín Medina, un músico folclorista argentino radicado en México hace más de 10 años, y él sugirió que llamáramos a Ernesto Anaya, músico mexicano de gran talento; ambos hicieron arreglos para las canciones y yo escribí un guion narrativo de la vida de Mercedes con pinceladas poéticas que introducen al público a las canciones», narró la también cantante.
María Inés Montilla subrayó que el repertorio seleccionado incluye, más que los temas convertidos en éxitos por Mercedes Sosa, las canciones que a ella le gustaba cantar, es decir, lo que siempre quiere escuchar la gente que admiró a esa artista multigalardonada, entre cuyas distinciones sobresale el cotizado Gran Premio CAMU-UNESCO que obtuvo por unanimidad en 1995.
«Cuando tenga la tierra», «Razón de vivir», «Entre mi pago sin golpear», «La arenosa», «Alfonsina», y «Todo cambia» son algunas de las canciones que forman el espectáculo, temas que ella cantaba con gusto y con pasión, «porque ella amaba a los poetas y por lo mismo, en la elección de sus canciones ponía mucho cuidado, y no decía cualquier cosa cuando cantaba», reconoció más adelante la entrevistada.
Juan Martín Medina (arreglista argentino, músico de extensa trayectoria como folclorista) y Ernesto Anaya (cantante, arreglista, multiinstrumentista, y amante del folclor) unieron habilidades a la voz de Montilla, para dar vida a «Nadie puede parar el viento: Homenaje a Mercedes Sosa» que anoche se presentó en el foro Lo de Inés, ubicado en los altos del Restaurante Quebracho de Hamburgo 313, Colonia Juárez.
El espectáculo ha sido de tal forma celebrado, que de él brotó el disco homónimo que la noche de este sábado se presentó en ese espacio consagrado al arte y a la cultura musical con aforo para 75 espectadores, sitio íntimo en el que todos están cerca de los artistas, al mismo tiempo que cada cual goza de su propio espacio vital. Periódicamente cambia su programación, sin alterar el nivel de los artistas participantes.
En «Nadie puede parar el viento: Homenaje a Mercedes Sosa» los arreglos musicales y de voces están a cargo de Ernesto Anaya y Juan Martín Medina, y como invitada se tiene a la percusionista Montserrat Revah. La voz es de la entrevistada, quien también canta con particular estilo los tangos que han dado fama a Argentina. Con música y guion, a manera de teatro musical, el público se mete en la vida de Mercedes Sosa.
El próximo espectáculo que presentará María Inés Montilla en su foro Lo de Inés se titula «Del tango al diván», donde toca dos temas que le fascinan, ese género lírico y el psicoanálisis. Va a estar en cartelera a partir del 16 de junio durante cuatro sábados (único día que abre ese recinto). Es un monólogo que ella creó e interpreta, dirigido por Alejandro Herrera Bracho que con rigor artístico y científico, incluye buen humor.
Recordó que hace algunos años hubo en la Ciudad de México espacios parecidos a Lo de Inés, donde la gente podía salir de noche con seguridad. «Eran espacios donde se cenaba o tomaba la copa y luego venía un espectáculo inteligente, sano, musical o escénico. Con el tiempo se fueron perdiendo, como muchas peñas, y ahora, con este foro recobramos ese espíritu de la buena vida nocturna en México», concluyó.