26 Septiembre de 2018.
Bogotá.- La artista china Yuja Wang, una de las divas del piano en la actualidad, se presentará mañana jueves en una única función en el Teatro Mayor en esta capital, con obras de Rachmaninoff, Chopin y Prokofiev.
La prominente carrera de Yuja ha gozado de críticas superlativas y numerosas ovaciones por parte de las audiencias. Nacida en Beijing, es reconocida por su estilo carismático y su cautivadora presencia en escena.
Yuja estuvo en 2016 en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, interpretando la Sinfonía Turangalîla de Messiaen, bajo la batuta del maestro Gustavo Dudamel.
Gracias a su magnetismo, sensibilidad, técnica y elocuencia, la pianista china se ha convertido en una sensación musical alrededor del mundo. Se ha presentado con orquestas de Estados Unidos como las de Chicago, Cleveland, Los Ángeles, Nueva York, Filadelfia, San Francisco y Washington.
El programa del concierto en Bogotá inicia con tres obras de Sergei Prokofiev: Preludio en sol menor Op. 23, n° 5, alla marcia, Romanza en do sostenido menor Op. 34, n° 14, Vocalise y Estudio-retrato en mi bemol menor Op 39., n° 5, appassionato.
Prokofiev continuó la tradición romántica que persistió en Rusia cuando el resto del mundo la consideraba como un asunto del pasado. Sus composiciones combinan emociones con las mayores exigencias técnicas y la máxima demanda de expresividad para los intérpretes.
El concierto de Yuja seguirá con la Sonata para piano n° 3 de Frédéric Chopin, que da muestras del nacionalismo musical con el que se identifica al compositor y evidencia su capacidad para componer empleando estructuras musicales grandes que aborda con libertad y carácter.
En el cierre del evento, Yuja interpretará la Sonata para piano n° 6 de Sergei Prokofiev, una de sus sonatas llamadas de guerra, que fue recibida como una contribución del compositor a la lucha contra el fascismo.
Con esta sonata y también con las 7 y 8, Prokofiev apeló a los moldes del clasicismo vienés y así pudo satisfacer, hasta cierto punto, el aberrante conservadurismo del aparato cultural soviético.
Fuente: Notimex.