19 Agosto de 2019.
México.- Alicia Ibarra Barajas es una dama de hierro, triunfadora y agradecida con su silla de ruedas, con la cual va el próximo domingo por otro triunfo en el Maratón de la Ciudad de México, que en esta oportunidad estrenará su etiqueta oro, otorgada por la IAAF.
«Hay que seguir evolucionando, cambiando material, pensamientos y metas, poniendo nuevos retos y romper muchos más límites mentales para llegar más lejos», declaró Ibarra Barajas, quien sonríe, es positiva y supera obstáculos, como el hecho de que sufrió la amputación de la pierna izquierda, de la rodilla para abajo, a causa de un cáncer.
Luego habló de su compañera de vida, al decir que esa silla de ruedas, donde está sentada, le ayudó a demostrar todo el poder que tiene y eso fue en la prueba de maratón de los Juegos Paralímpicos Río 2016.
«Ella y yo nos fusionamos en los Juegos Paralímpicos Río 2016. Nos fusionamos en cada brazada, en cada kilómetro fuimos uno, porque sabíamos que juntas íbamos a llegar (a la meta)”, dice la atleta paralímpica.
Dijo que, gracias a su silla de ruedas y a ese gran desplazamiento que le brindó, que le regaló en cada kilómetro, ella pudo demostrar también su fuerza, saber todo el poder interno que hay en ella y ese gran sueño que logró de asistir y competir en Río 2016.
«Lo logramos, aquí estamos», le dijo a su compañera, a su silla de ruedas, tras ocupar el lugar 11 tras los 42 mil 195 metros de recorrido, el cual realizó con un tiempo de una hora, 56 minutos y 46 segundos en la categoría T52/53/54.
“Insisto en que nos fusionamos, las dos somos una. De hecho, antes de cada competencia hago un ritual, hacemos un ritual ella y yo, hacemos un pequeño pacto. Es un mensaje de protección, de amor. Todas y cada una de sus partes tienen que ir protegidas”, asegura Ibarra Barajas.
Habla con cada una de las partes de su aliada, como los tubulares, los frenos, el casco, los guantes, porque «de las dos depende un triunfo y de representar a México. Si ella falla yo fallo y si yo fallo, ella falla.
“Tenemos que estar las dos conectadas, ir juntas, porque somos las dos por ese objetivo y cruzar la meta, y al terminar le agradezco que haya recorrido cada kilómetro y me permita estar sobre ella y gracias a ella yo pueda lograr mi sueño», dijo entre lágrimas.
Con un crecimiento impresionante
Ibarra Barajas ha tenido un crecimiento impresionante, desde que se inició en el alto rendimiento en 2011 y en 2012, cuando sus compañeros se fueron a los Juegos Paralímpicos de Londres, se sintió motivada y en los siguientes cuatro años calificó a los de Río 2016.
“No logré más porque me faltó preparación mental, física o por ser novata, pero me siento súper orgullosa porque corrimos el maratón a 40 grados al lado del mar y no me rendí y me dije: vine aquí a comenzar y a terminar, y pude demostrar a mi mente qué tan capaz es mi cuerpo de lograr todas y cada una de las cosas que le pidas», compartió.
Dijo que en Río 2016 no ganó una medalla, pero sí ganó más fuerza interior, ganó romper más barreras, tener más objetivos, hambre y orgullo de decir «sí lo pude, empecé y terminé. Fue una experiencia que llevo en mi corazón. Regresé más sabia y fuerte, ya no se cometen los mismos errores».
El 14 de febrero de 2016 ganó el Maratón de Los Ángeles, California, con marca de 2:15:56 horas, pero también tiene otras victorias, como en Manchester, Tokio y San José, Costa Rica.
Ibarra, admiradora de Saúl Mendoza, un histórico en silla de ruedas, compartió que en 2014 se puso el reto de ganar esta prueba y cuando estaba a 500 metros de la meta e iban tras ella las oponentes, se dijo «nadie me va a quitar este triunfo, porque vine aquí a dejar mi historia, a dejar huella y ser la única mexicana en ganar este maratón».
Respecto del Maratón de la Ciudad de México, quedó segunda en 2017, después de Ivonne Reyes y arriba de Lucero Vázquez, y en 2018 se llevó el triunfo al superar a Evelyn Cervantes e Ivonne Reyes.
«He logrado la gran fortuna de conocer a la perfección mi cerebro y cuerpo y logro desconectar mi cuerpo de mi cerebro y eso me lleva a la victoria. Estaba en nada de no ganarlo y al subir la rampa al Estadio Olímpico Universitario siento cómo mi corazón late demasiado rápido y cómo recorre la sangre mi cuerpo», recordó.
Es un momento que le causa mucho orgullo, no solo de ella, sino de todos los mexicanos, porque siente que hace una representación de México, que lleva la bandera y de sus compatriotas, y quiere que cada uno rompa sus límites mentales y vayan por sus sueños pese a cualquier circunstancia y adversidad.
Alicia Ibarra Barajas aprovechará su participación el próximo domingo, además de tratar de triunfar, para intentar dar la marca para los Juegos Paralímpicos Tokio 2020 y si no lo consigue, lo intentará en otras participaciones.