14 de agosto de 2018
Bogotá.- La inflación en Colombia se situó cerca de la meta del 3.0 por ciento durante el segundo trimestre de 2018, a pesar de que “el crecimiento de la economía habría sido bajo, pero en recuperación”, informó el Banco de la República (emisor).
En junio, la variación anual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y el promedio de las medidas de inflación básicas se ubicaron en 3.2 por ciento y 3.3 por ciento, respectivamente, cifras similares a las registradas en abril.
Los alimentos, al igual que los bienes y servicios más afectados por el aumento en los precios de la gasolina y por la tasa de cambio fueron los grupos de mayor contribución al alza de la inflación, señaló el banco emisor.
Este comportamiento fue compensado “por el menor ritmo de aumento del IPC de no transables sin alimentos, ni regulados, el cual ha venido desacelerándose desde comienzos de año”.
En el segundo trimestre de 2018 “las expectativas de inflación no presentaron cambios importantes y se mantuvieron algo por encima de la meta”.
Los analistas apuntan “hacia una inflación de 3.4 por ciento y 3.3 por ciento en diciembre de 2018 y 2019, respectivamente. Las que se extraen de los papeles de deuda pública a dos, tres y cinco años se encuentran en un rango entre 3.0 por ciento.
El comportamiento de la inflación y de sus expectativas “se presentó en un contexto de brecha de producto negativa, con una dinámica de la demanda interna que se habría recuperado en el segundo trimestre, pero que aún presenta incrementos bajos”.
El equipo técnico del Banco de la Republica estimó que el crecimiento económico del segundo trimestre estaría alrededor de 2.6 por ciento. Esta estimación “supone que el fuerte crecimiento del consumo público registrado en los tres primeros meses del año habría sido transitorio y se moderaría en el segundo”.
El crecimiento de la economía colombiana en el segundo semestre del año será “similar al estimado para el primero (2.7 por ciento), aunque con un comportamiento sectorial más homogéneo”.
La inversión crecería, “pero a una tasa baja. La demanda interna continuaría recuperándose lentamente y el aporte de las exportaciones netas sería bajo pero positivo.
Con esto, el equipo técnico mantuvo en 2.7 por ciento su proyección de crecimiento para 2017. Nuestros cálculos sugieren que los excesos de capacidad instalada serán algo más amplios en 2018 que en 2017”, subrayó el banco emisor.