6 Septiembre de 2018.
Villahermosa.- El Colegio de Ingenieros Civiles de Tabasco (CICT) señaló que a partir del sismo de magnitud 8.2 grados Richter, del 7 de septiembre del año pasado, que causó daños en el dos por ciento de inmuebles en la entidad, han avanzado en capacitaciones sobre revisiones ante posibles eventos futuros.
El presidente del organismo, Javier Jiménez López, expuso que tras las inspecciones realizadas junto con el Instituto de Protección Civil del Estado en inmuebles y los dictámenes emitidos, “nos dio muestra de que hacemos buena ingeniería aquí en Tabasco”.
Lo anterior, resaltó, porque las normas técnicas complementarias y el aspecto de normas de construcción que se aplican en el estado son exactamente una calca de las de la Ciudad de México.
“Construimos caro porque el factor de seguridad de la Ciudad de México es increíblemente enorme con respecto a los demás estados por obvias razones de los temblores que han pegado allá desde 1985”, expuso.
Apuntó que esas condiciones aplican para estados como Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Estado de México, pero sobre todo el factor de seguridad en la capital del país es muy alto y esas mismas normas técnicas complementarias se ocupan en Tabasco.
“Y eso nos ha dado un parámetro de seguridad mucho mayor y por eso no pasó a más (las consecuencias del sismo)”, apuntó.
De esa manera, abundó Jiménez López, la mayor parte de los daños fueron destrozos en mamposterías y acabados en hoteles y edificios departamentales, pero nada que no pudiese ser reparado en la inmediatez, tal como ocurrió.
Apuntó que, en el caso de las escuelas, revisaron 25 por ciento de los más de cinco mil planteles existentes en todos los niveles educativos.
Resaltó que al CICT ha dado seguimiento y capacitación a funcionarios de Protección Civil para que cuenten con parámetros de qué revisar después de un sismo.
Asimismo, harán lo propio con arquitectos a finales de septiembre, a fin de que en sus edificaciones de primera mano revisen los puntos más importantes.
“Seguimos promoviendo eventos y capacitaciones que tienen que ver con los sismos porque a nosotros nos pegó duro y jamás habíamos sido considerados como zona sísmica; ahora ya lo somos, el destino nos alcanzó y para la ingeniería ya no es igual en Tabasco”, señaló.
Jiménez López refirió que, a casi un año del sismo, la mayoría de las edificaciones con daños se repararon y están funcionales y seguros, como las torres Zafiro y Dalí en La Choca, además de hoteles.
“La filosofía estructural es que si sales caminando de una edificación es que está funcionando correctamente”, mencionó.
Otra cosa, añadió, es que los muros se cuarteen o se fracturen porque es la parte más débil de la estructura.
De un edificio en el Centro Histórico, en la esquina de las calles Francisco I. Madero y Miguel Lerdo de Tejada, explicó que sus acabados sufrieron daños, aunque su deterioro no fue por el sismo sino por falta de mantenimiento y hay pedazos que pueden desprenderse y lastimar a algún transeúnte.
Por ello, puntualizó que se dictaminó que sólo podía ocuparse la planta baja donde hay un establecimiento comercial, pero en los pisos superiores tendría que trabajarse muy bien para albergar un negocio.
De acuerdo al Instituto de Protección Civil del Estado, tras el sismo del 7 de septiembre del año pasado se efectuaron mil 62 inspecciones en escuelas, casas, dependencias de gobierno, edificios habitacionales, hospitales, guarderías, negocios y un deportivo, con un 2 por ciento de daños registrados.
Para esta tarea, precisó, se contó con el apoyo de los Colegios de Ingenieros, Centros Regionales de Prevención, Atención a Emergencias y Capacitación (Cerepaec) y de estructuristas de la Universidad de Baja California con 52 dictámenes estructurales.
Fuente: Notimex.