Miércoles 2 de Septiembre de 2020
Contagios ya superan 600,000… las muertes, ¡65,241!
En verdad, por el bien de México, desearía estar equivocado, aunque, si somos objetivos, debemos reconocer que el II Informe (formal) de gestión de Andrés Manuel López Obrador no pasó de ser más de lo mismo: un discurso complaciente y cargado de autoelogios, esencialmente propagandístico —al más puro estilo de las mañaneras— y, perdón, sin aporte alguno en cuanto a resultados concretos conseguidos durante los 21 últimos meses o definición de programas que permitan ver con optimismo el futuro en materia de economía, salud, educación o, menos, seguridad.
Ni datos esperanzadores frente a un escenario económico que se prevé el peor en un siglo y que exigirá, al menos, un lustro para volver a los niveles del final del neoliberalismo —contracción del PIB de entre 10.5 y 12.4% este año, que se refleja ya en la pérdida de un millón de empleos y la cancelación de ingresos de algo así como seis millones de trabajadores del sector informal, merced al cierre de 250,000 micro y pequeños negocios que podrían llegar a medio millón en diciembre— ni una estrategia medianamente clara y seria para enfrentar la creciente crisis de inseguridad y violencia prevaleciente —que cobra ya más vidas que en cualquier otro periodo similar en gobiernos anteriores— o, menos, en el rubro de salud, donde la mejor alusión al problema creado por la pandemia fue que está siendo atendido de manera original, creativa, propia y, claro, exitosa.
Presumió, sí, el logro de ahorros por algo más de 560,000 millones, merced a la adopción de medidas de austeridad y el combate a la corrupción que, al margen, no desglosó, apenas podrían cubrir las pérdidas por más de 600,000 millones acumuladas por Petróleos Mexicanos (Pemex) entre enero y junio últimos y, como anunció desde la víspera, destacó su absoluta convicción de que el gobierno de la 4T no será recordado como “un gobierno corrupto”, aunque, vale mencionar, poco o nada dijo respecto de la inexplicable riqueza de personajes tales como la secretaria Irma Eréndira Sandoval y su socio (inmobiliario), John Ackerman, responsable de garantizar la probidad oficial de ella, o del expriista-salinista Manuel Bartlett Díaz, de la asignación en forma poco clara de algo más del 75% de los contratos entregados durante su gestión o menos aún, de los videos que, al más puro estilo de los de Emilio “L”(ozoya) evidencian a su hermano Pío y al ya depuesto responsable del manejo de la compra de medicinas en el extranjero, David León, intercambiando bolsas con dinero en efectivo para, supuestamente, financiar su campaña.
Un informe anual, el segundo formal, aunque en realidad ha realizado casi una decena que, lamentablemente, exhibe a un país socialmente confrontado y sumido en una crisis REAL respecto de cuya existencia y profundidad poco o nada se quiere reconocer…
ASTERISCOS
* A contrapelo de lo que sucede en San Lázaro, donde la terquedad del oficialismo “duro” podría estar apostando a incubar una crisis (más) sin precedentes, las diferentes fracciones parlamentarias del Senado optaron por apoyar al chiapaneco exverde, moreno ahora, Eduardo Ramírez Aguilar, como presidente de la mesa. Le auguran una gestión exitosa…
Veámonos mañana, con otro asunto De naturaleza política.