4 de junio de 2018
San Luis Río Colorado, Son.- Los migrantes que arriban a la frontera de Sonora reconocen que empezó a hacer mucho calor en la región, aunque estiman que el calor se puede soportar, pero no el hambre y la inseguridad.
El migrante procedente de Honduras, Julián Pastor Aréciga, manifestó que «allá también hace calor, como quiera lo podemos aguantar. Lo que no se aguanta es la falta de trabajo y estar teniendo hambre».
Entrevistado en el Centro Histórico de la ciudad, mencionó que por eso decidió viajar a Estados Unidos, y por el momento espera llegar a la ciudad de Tijuana, Baja California, ya sea para solicitar asilo en Estados Unidos o cruzar ilegalmente.
Comentó brevemente que por la misma situación económica en su país de origen, hay mucha violencia y las pandillas causan muchos problemas, de ahí que mucha gente haya decidido emigrar.
Expresó que su esperanza es laborar en los campos agrícolas de la Unión Americana, en particular en el estado de California, o cualquier trabajo, porque le han comentado que allá se gana mejor salario.
Ante el aumento de las temperaturas en la frontera Sonora-Arizona, autoridades como el Grupo Beta reforzaron los operativos de vigilancia y rescate, pero debido a la veda electoral están impedidos de brindar información a los medios informativos.
Por su parte, en un comunicado, la Patrulla Fronteriza en Arizona dijo que en el Sector Tucson mantiene 34 torres de rescate que, cuando se activan, inician una respuesta inmediata del recurso de la Patrulla Fronteriza más cercano.
Además, el sector de Tucson emplea a más de 275 técnicos de emergencias médicas y más de 20 paramédicos, pero no hay garantía de que alguien abandonado en un área remota sea localizado a tiempo para evitar la pérdida de vida, dijo.
La Patrulla Fronteriza aconseja a cualquier persona en peligro que llame al número de emergencias 911 o que active una torre de rescate lo más pronto posible.