2 Diciembre de 2018.
México.- Ante el reto de garantizar una mayor calidad del aire, la Ciudad de México ha incrementado los esfuerzos necesarios que la han convertido en la única entidad en elaborar el Informe Anual de la Calidad del Aire, en beneficio de sus habitantes.
La Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México informó que muestra del compromiso que ha tenido esa urbe en esa materia es que se priorizó la inversión en auditar y mejorar el inventario de emisiones.
Además, se ha dotado de más y mejores equipos de monitoreo en tiempo real, así como monitoreo de carbono negro; se han realizado campañas de sensor remoto para compuestos orgánicos volátiles, se ha invertido en patrullas ambientales, se creó el centro de vigilancia remota de los Centros de Verificación Vehicular.
La Sedema aseguró que los desafíos de esta administración se afrontaron mediante evidencia científica reciente y la mejora de las herramientas tradicionales de gestión ambiental.
Todo esto es lo que ha llevado a la Ciudad de México a convertirse en la única entidad que publica un informe y análisis pormenorizado de la calidad del aire y que puede consultarse en la liga http://www.aire.cdmx.gob.mx/descargas/publicaciones/flippingbook/informe_anual_calidad_aire_2017/mobile/
Este informe es un instrumento de difusión y consulta dirigido principalmente a la población de la Ciudad de México y su área conurbada, de manera que sea útil para los especialistas, tomadores de decisiones, expertos e interesados en el tema.
Por otra parte, la Sedema ha garantizado la permanente difusión de la información de la calidad del aire, con los mejores recursos informáticos disponibles que permiten un acceso rápido y oportuno al pronóstico de calidad del aire.
Gracias a ello, se ha podido hacer un análisis profundo de las condiciones que han privado en la urbe a lo largo del año y que, a su vez, se han traducido en acciones específicas para garantizar que no se pone en riesgo la salud de los habitantes.
Así, tenemos que, en 2017 las concentraciones de dióxido de azufre, monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno y plomo, se mantuvieron por debajo de las concentraciones límite requeridas por la NOM, no así sucedió con el ozono y las partículas menores a 10 micras (PM10) y a 2.5 micras (PM 2.5) que superaron los valores recomendados.
Para el ozono, las condiciones meteorológicas predominantes en marzo y abril mitigaron la presencia de episodios de contaminación en la temporada y sólo se presentó un episodio severo de estabilidad atmosférica durante mayo.
En temporada de lluvia, el análisis del depósito atmosférico húmedo indicó la presencia de lluvia ácida en muestras obtenidas en sitios al sur y oriente de la Ciudad de México, con un valor mínimo de pH de 4.1.
Con el Informe sobre la Calidad del Aire 2017, la Sedema refrendó su compromiso con la protección del medio ambiente y de la salud de los habitantes de la Ciudad de México.
Notimex: Fuente.