18 de junio de 2018
Kabul.- Activistas promotores de la paz en Afganistán llegaron hoy a esta capital después de un recorrido a pie de más de 700 kilómetros desde la provincia sureña de Helmand durante 38 días.
Coreando consignas como “queremos paz” y «alto a la guerra», los activistas de la llamada “Caravana de Paz Helmand” ingresaron a la capital después de las 08:00 horas locales (03:30 GMT) de esta lunes, a través del área de la Compañía.
Portando sus característicos cinturones azules, los miembros de la Caravana se dirigieron hasta la mezquita Abdul Rahman Khan en el centro de Kabul, donde tomaron un breve descanso y recibieron atención médica, según un reporte de la cadena TOLO news.
Los activistas, entre los 17 y 65 años de edad, provenientes de todos los ámbitos, trabajadores, granjeros, oficiales del Ejército retirados, una víctima de la polio con muletas, entre otros, salieron el 12 de mayo pasado de ciudad de Lashkargah, en Helmand.
La Caravana comenzó como un grupo de sólo ocho personas, pero a medida que avanzaban, se fueron uniendo más y más afganos a ellos, hasta llegar contarse por docenas a su llegada a Kabul, con un solo objetivo en mente: promover la paz en Afganistán.
«Llamó a los jóvenes para que vengan y se unan al convoy llamar a la paz y lograr que nuestro país vuelva a estar en paz», afirmó a su llegada a Kabul un activista de caravana, originario la norteña provincia de Balkh.
El pueblo de Afganistán tiene derecho a vivir en paz y recibir educación. Llamo a la gente a permanecer unidos. Creo que unidos lograremos la paz, destacó otro miembro del grupo a TOLONews, sumamente conmovido.
«No queremos más violencia. El ejército y los Talibán son hermanos, entonces, ¿por qué están luchando? «, preguntó otro activista, tras narrar algunos de los malos recuerdos de la guerra que persiste en Afganistán desde hace años.
Fui testigo de cosas muy malas. Recuerdo que cuando sucedió un ataque suicida en Helmand, lleve sobre los cuerpos de muchos. “Ya no queremos esto, queremos la paz», indicó el activista sin revelar su identidad.
«Pedimos a los talibanes que detengan el derramamiento de sangre. Queremos la paz e incluso si perdemos nuestras vidas, continuaremos este movimiento», dijo un hombre de edad mayor participante de la marcha pacífica.
Se espera que los activistas terminen su viaje en la mezquita Abdul Rahman Khan, en el centro de la ciudad o en la mezquita de Eid Gah, cerca del estadio Ghaz, donde presentarán una propuesta de cuatro puntos al gobierno afgano.
Entre sus propuestas los activistas impulsan la extensión del alto el fuego en todo Afganistán, la reanudación de las conversaciones de paz entre el gobierno y la insurgencia Talibán, la implementación de nuevas leyes en el país y el retiro definitivo de las tropas extranjeras.
El convoy, que ha viajado a través de las provincias de Kandahar, Zabul y Ghazni, llegó a Kabul, casi a la par de que el Palacio Presidencial anunció esta mañana la decisión del presidente, Mohammad Ashraf Ghani, decidió extender por 10 días más el alto al fuego unilateral acordado en días pasados por lostalibán.
La decisión fue tomada durante una reunión del Consejo de Seguridad Nacional, en la que los participantes condenaron enérgicamente el ataque terrorista del fin de semana en el oriental estado de Nangarhar y extendieron sus condolencias a las familias de las víctimas.
El presidente afgano declaró la semana pasada una tregua con los talibán, en ocasión a las festividades del tres días del Eid al-Fitr, con los que los musulmanes ponen fin al sagrado mes de ayuno del Ramadán, aunque docenas de personas murieron o resultaron heridas en ataques suicidas en Nangarhar.
Pese a la oferta del gobierno de extender el alto el fuego, el grupo insurgente afirmó la víspera que el alto el fuego por el Eid al-Fitr, concluía el primer minuto de este lunes, lo que reanudaría en cualquier momento sus combates contra las tropas afganas.
En una declaración, los talibán reiteraron sus condiciones previas para las conversaciones de paz, incluida su petición de que solo negociarían directamente con Estados Unidos, y eso sólo sí las fuerzas extranjeras abandonan antes Afganistán.
«Nuestros combatientes ahora reanudarán sus operaciones en todo el país contra los invasores extranjeros y sus títeres internos», afirmó el portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, en una declaración enviada a la televisora árabe Al Yazira.
El Movimiento Talibán, que proclama el extremismo religioso islámico, llegó al poder en Afganistán en 1996, bajo la imposición de una de las más estrictas interpretaciones de la Sharia (Ley Islámica), que se hizo famosa internacionalmente por el maltrato a las mujeres.
El régimen fue derrocado tras la invasión de Estados Unidos a fines de 2001, luego de los atentados del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas, orquestado por el fallecido líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, quien en ese entonces se refugiaba en Afganistán, protegido por el Talibán.