16 Octubre de 2018.
Roma.- El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean Claude Juncker, dijo hoy que si Bruselas acepta el presupuesto italiano que desafía los parámetros comunitarios y eleva el déficit público al 2.4 por ciento del PIB, “algunos países nos insultarían y acusarían de ser muy flexibles” con Roma.
En declaraciones a medios italianos, Juncker se pronunció sobre el presupuesto del país de la bota aprobado la noche del lunes y enviado a la Comisión Europea para que otorgue su visto bueno.
“Si aceptacemos el ‘derrape’ (previsto en el presupuesto italiano) algunos países nos llenarían de insultos con la acusación de ser demasiado flexibles con Italia”, señaló.
Reconoció sentirse “muy preocupado” por las finanzas públicas italianas, pero aclaró: “no tenemos prejuicios y discutiremos con Italia como lo hacemos con todos los demás países”.
El presidente comunitario anunció que esta tarde hablará por teléfono con el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, aunque dijo que no tiene nada que decir sobre las medidas en el detalle, sino respecto a los resultados finales.
Juncker aclaró que Italia “no será puesta en el banquillo de los acusados” y recordó que existe todo un proceso que debe ser seguido antes de, eventualmente, presentar la cuestión italiana ante el Consejo Europeo.
“Europa necesita a Italia e Italia necesita a Europa”, dijo.
Cuestionado sobre si la Unión Europea (UE) sobreviría a la salida de Italia, simplemente respondió “no”.
El Consejo de Ministros italiano aprobó a última hora del lunes un plan presupuestario que establece para 2019 un déficit público del 2.4 por ciento en relación al Producto Interno Bruto (PBI), frente al compromiso anterior de no rebasar el 1.6 por ciento.
El mismo lunes la Comisión Europea recibió el documento y ahora tiene una semana para pedir aclaraciones o, incluso, rechazarlo y solicitar que sea reelaborado.
El presupuesto fue fruto de un largo estira y afloja entre el Movimiento 5 Estrellas (M5E) y la Liga, los dos partidos que en alianza sostienen al gobierno y ha sido criticado tanto por el Banco de Italia, como por la misma Comisión Europea y por el Fondo Monetario Internacional.
El primer ministro, que en realidad debe acatar las directiva de Luigi Di Maio (dirigente del M5E) y Matteo Salvini (líder de la Liga), declaró que el programa “cumplirá con las promesas (electorales)” y “mantendrá las cuentas en orden”.
El texto prevé las principales promesas electorales de los dos partidos, como una renta básica ciudadana para la que se destinarán unos ocho mil millones de euros, la rebaja en la edad de la jubilación y la llamada “Flat Tax” o Impuesto sobre la Renta para Personas Físicas igual para todos, incluso para los más ricos.
Fuente: Notimex.