1 Noviembre de 2018.
Londres.- Ranil Wickremesinghe, quien fuera primer ministro de Sri Lanka, aseguró que tiene el apoyo del Parlamento, mientras la nación isleña se enfrenta a una crisis constitucional sin precedentes tras los nombramientos recientes en el gobierno.
La semana pasada, el presidente Maithripala Sirisena, cesó a Wickremesinghe y a su gabinete y suspendió el parlamento, además nombró a Mahinda Rajapaksa, acusado de crimenes de guerra, como el nuevo primer ministro lo cual sorprendió al país.
Sin embargo, Wickremesinghe se niega a dejar el cargo, diciendo que la medida es ilegal, lo cual ya generó una crisis con protestas y violencia mortal.
Al respecto, el ahora primer ministro Rajapaksa informó este jueves de que el presidente Sirisena, volverá a convocar al Parlamento el próximo cinco de noviembre, mientras la presión internacional aumenta para resolver la crisis política.
La suspensión del Parlamento conlleva que Wickremesinghe no tiene la oportunidad de demostrar su mayoría, en medio de las especulaciones por la posibilidad de que miembros de su formación hayan podido pasar a apoyar a Rajapaksa a cambio de ventajas y carteras ministeriales.
El enfrentamiento político, que llega en un momento de debilitamiento de la economía en Sri Lanka, viene precedido por varios meses de disputas internas en el seno de la coalición gubernamental.
Las relaciones entre el Partido de Unidad Nacional (PUN), liderado por Wickremesinghe, y la Alianza Unidad para la Libertad del Pueblo (AULP), encabezado por Sirisena, se han visto perjudicadas por no haber sido investigado a fondo un complot de asesinato contra el mandatario.
La situación está siendo observada de cerca por los rivales regionales, India y China, que están compitiendo por la influencia en Sri Lanka. Washington ha pedido que el parlamento sea convocado lo antes posible.
«Sigo siendo el primer ministro y tengo la confianza de la mayoría de los miembros del parlamento», señaló Wickremesinghe a la BBC desde su residencia oficial, Temple Trees
«La constitución establece que el presidente debe designar como primer ministro a la persona que controla la confianza del parlamento y yo soy la persona que tiene eso. Hemos pedido la convocatoria del parlamento para que pueda demostrar mi mayoría en la Cámara», afirmó.
Esta es una situación extraordinaria para una de las democracias más sólidas de Asia: un país que vio décadas de brutal guerra civil, resurgió en los últimos años como uno de los principales destinos turísticos y que ahora tiene dos personas que afirman dirigen su gobierno.
Ahora, después de tres años en una frágil coalición, la relación entre Sirisena y Wickremesinghe se ha roto, y el presidente ha revivido el destino político de Rajapaksa al nombrarlo primer ministro.
Sirisena comentó: «Declaro categóricamente que los nombramientos se hicieron totalmente de acuerdo con la constitución y con el asesoramiento de expertos legales. Con todo respeto, rechazo completamente la acusación de que lo que se hizo fue una violación de la misma».
Fuente: Notimex.