Autoridades estadunidenses ordenaron la evacuación de más de dos millones de personas que viven en la costa de Florida, Georgia y Carolina del Sur y les pidieron refugiarse ante el embate del poderoso huracán Matthew, que ya dejó una veintena de muertos a su paso por varios países del Caribe.
Las mayores evacuaciones en el país desde que el huracán Sandy azotó la costa atlántica hace cuatro años, llegaron con compras de pánico de los residentes que agotaron productos de supermercados y formaron largas filas en gasolineras.
Las más recientes proyecciones del Centro Nacional de Huracanes (CNH) indican que el meteoro podría tocar tierra el viernes en la costa este de Florida, a la altura del condado Martin, como huracán categoría 4 y mantenerse sobre la costa con rumbo norte.
Rick Knabb, director del CNH, advirtió que puede ser un huracán «extremadamente desastroso» para grandes áreas donde vive mucha gente.
Al permanecer sobre la costa en aguas cálidas, el meteoro mantiene su fuerza y la marea de tormenta es muy peligrosa, advirtió el meteorólogo Eduardo Rodríguez de la cadena Univisión.
Las primeras bandas externas de Matthew, actualmente un huracán categoría 3 en la escala Saffir-Simpon con un máximo de 5, con vientos de cerca de 205 kilómetros por hora y ráfagas más altas, se acercaban esta mañana a Florida.
El gobernador de Florida, Rick Scott, urgió a las personas que viven en zonas de evacuación a acatar las órdenes y advirtió: «esta tormenta te va a matar».
«Esto está claro, va a tener un impacto directo a lo largo de nuestra costa (…) es necesario que se vayan», agregó en rueda de prensa al señalar que un impacto directo de Matthew podría dejar «una masiva destrucción» no vista desde el huracán Andrew en 1992.
Las órdenes de evacuación incluían desde el área de Miami hacia el norte hasta la frontera con Georgia.