17 de julio de 2017
Venezuela vivió ayer una jornada cívica ejemplar. Millones de ciudadanos salieron a las calles y formaron largas filas ante los más de 1,770 “puntos soberanos” de votación instalados por activistas de la opositora Mesa de Unidad Democrática, mayoría en la Asamblea Nacional, con el exclusivo propósito de externar su opinión sobre la (lamentable) gestión y, más importante, el futuro del régimen encabezado por el dictador Nicolás Maduro.
Si bien hasta el cierre de esta edición, poco o nada relativamente claro se había informado respecto del resultado cuantitativo de este ejercicio realizado, vale decir, en apego estricto a lo que define el artículo 5 de la Constitución venezolana, que reserva la soberanía intransferiblemente en el pueblo, y en el 70, que reconoce como medio para ejercerla y/o hacer valer la consulta popular, lo cierto es que la sola observación de quienes, extranjeros todos, lo acompañaron, es que “se superaron todas las expectativas…” que, como se planteó originalmente, fijaba en al menos cinco millones de votantes el “piso” de participación.
Tal fue la expectativa que levantó la iniciativa de consulta convocada por el Legislativo venezolano, bajo ataque ahora del Ejecutivo, que desde antes del domingo, por diferencia de huso horario, connacionales que laboran o por diversas razones se encuentran fuera del territorio, pudieron emitir su opinión —un simple sí o un no— respecto de los tres cuestionamientos planteados, en mesas instaladas en más de 200 ciudades del mundo: 1) ¿Rechaza y desconoce la realización de una (asamblea) constituyente propuesta por Nicolás Maduro sin la aprobación previa del pueblo?; 2) ¿Demanda a la Fuerza Armada Nacional y a todo funcionario público obedecer y defender la Constitución de 1999 y respaldar las decisiones de la Asamblea Nacional?; y 3) ¿Aprueba que se proceda a la renovación de los poderes públicos de acuerdo a lo establecido en la Constitución y a la realización de elecciones libres y transparentes, así como a la confirmación de un Gobierno de Unidad Nacional para restituir el orden constitucional?
Es verdad que, a la par, la gobierno dictatorial llamó a un “simulacro” de la elección que, el 30 de julio, habrá de realizarse para designar a quienes deberán redactar y aprobar en su caso una nueva Constitución y que ello, en algún momento, abonó a la incertidumbre y a profundizar la confrontación entre maduros y opositores; sin embargo, el #16J arrojó ya sus primeros resultados y ello, se quiera o no, impactará en el futuro inmediato de un país que, en los últimos 100 días y a costa de la vida de 93 de los suyos, jóvenes la mayoría, ha evidenciado su intención de preservar a Venezuela como un país libre y democrático, de instituciones y respetuoso de los derechos humanos…
ASTERISCOS
* De no ocurrir nada extraordinario que lo impida, el inculpado exgobernador priista de Veracruz, Javier Duarte, arribará al país, antes del mediodía de hoy, tras signarse su extradición desde Guatemala. Ayer, el propio presidente centroamericano, Jimmy Morales, confirmó la especie y externó su satisfacción ante la posibilidad de cerrar este capítulo en la historia de las relaciones bilaterales…
* Hoy también, de no darse una nueva posposición como la del viernes, el Instituto Nacional Electoral de Lorenzo Córdoba, deberá dictaminar las denuncias por (supuestos) rebases del tope de gastos en Coahuila y Nayarit, por parte de uno o más de los candidatos a la gubernatura y, obvio, el futuro ahí de la pasada elección.
* El intenso proceso de transformación que se impulsa en los sectores energético, de telecomunicaciones, financiero y laboral, además del educativo, convierte a México en un atractivo destino para la inversión externa, que se traduce en la histórica generación actual de empleos, a decir del coordinador senatorial priista, Emilio Gamboa.
Veámonos el miércoles, con otro asunto De naturaleza política.
Twitter: EnriqueArandaP