7 de marzo de 2018
Ciudad del Vaticano.- El Papa expresó hoy “gran tristeza” y consternación por el impacto del terremoto de 7.5 grados de magnitud que afectó hace más de una semana a Papúa Nueva Guinea y que tuvo una fuerte réplica esta madrugada.
El pontífice manifestó su dolor por la “trágica pérdida de vidas”, al menos habría 67 personas muertas según los diversos reportes de prensa, en un telegrama escrito en su nombre por el “número dos” del Vaticano, el secretario de Estado Pietro Parolin.
El texto, redactado en inglés y dado a conocer por la sala de prensa de la Santa Sede, aseguró que Francisco encomienda las almas de los difuntos a la piedad de Dios todopoderoso y envía sus “sentidas condolencias” a los familiares.
Al mismo tiempo, aseguró la cercanía en la oración del líder católico con todos los afectados por la tragedia, que dejó más de 500 heridos y, al menos, 30 mil desplazados.
“Sobre todos los que están afligidos en este tiempo difícil y sobre el personal de la emergencia implicado en importantes esfuerzos de socorro, el Papa Francisco de buen grado invoca las bendiciones divinas de fuerza y consuelo”, apuntó.
Al menos 18 personas murieron este miércoles después de que una fuerte réplica de 6.7 grados de magnitud golpeara la región montañosa de Highlands, a nueve días del terremoto.
«Acabo de recibir informes de que 18 personas murieron», afirmó William Bando, administrador de la provincia de Hela.
Las autoridades y los trabajadores humanitarios han luchado para llegar a la accidentada zona montañosa para evaluar el alcance del daño del primer terremoto del 26 de febrero y entregar ayuda a los lugareños.
Derrumbes, carreteras bloqueadas, pistas de aterrizaje agrietadas y enlaces de telecomunicaciones dañados han obstaculizado los esfuerzos de las autoridades para ofrecer un número exacto de muertos y entregar suministros a más de 150 mil personas que las agencias estiman que necesitan ayuda.
El gobernador de las Tierras Altas Meridionales, William Powi, dijo que los habitantes se sentían traumatizados por el desastre y las constantes réplicas.
El primer ministro Peter O’Neill sostuvo este miércoles que los suministros de socorro críticos finalmente fluían a áreas devastadas de Papúa Nueva Guinea.
Sin embargo, la ayuda todavía no había llegado a partes aisladas de las provincias de la región de las Tierra Altas: Hela, Jiwaka, Simbu, Tierras Altas Orientales, Enga, Tierras Altas del Sur, y Tierras Altas Occidentales.
O’Neill también recordó que se declaró estado de emergencia para «acelerar la restauración de los servicios públicos esenciales» en la región de Highlands, una de las más afectadas, además calificó lo ocurrido como «un desastre sin precedentes” en ese país.
Ciudad del Vaticano, 7 Mar (Notimex).- El Papa expresó hoy “gran tristeza” y consternación por el impacto del terremoto de 7.5 grados de magnitud que afectó hace más de una semana a Papúa Nueva Guinea y que tuvo una fuerte réplica esta madrugada.
El pontífice manifestó su dolor por la “trágica pérdida de vidas”, al menos habría 67 personas muertas según los diversos reportes de prensa, en un telegrama escrito en su nombre por el “número dos” del Vaticano, el secretario de Estado Pietro Parolin.
El texto, redactado en inglés y dado a conocer por la sala de prensa de la Santa Sede, aseguró que Francisco encomienda las almas de los difuntos a la piedad de Dios todopoderoso y envía sus “sentidas condolencias” a los familiares.
Al mismo tiempo, aseguró la cercanía en la oración del líder católico con todos los afectados por la tragedia, que dejó más de 500 heridos y, al menos, 30 mil desplazados.
“Sobre todos los que están afligidos en este tiempo difícil y sobre el personal de la emergencia implicado en importantes esfuerzos de socorro, el Papa Francisco de buen grado invoca las bendiciones divinas de fuerza y consuelo”, apuntó.
Al menos 18 personas murieron este miércoles después de que una fuerte réplica de 6.7 grados de magnitud golpeara la región montañosa de Highlands, a nueve días del terremoto.
«Acabo de recibir informes de que 18 personas murieron», afirmó William Bando, administrador de la provincia de Hela.
Las autoridades y los trabajadores humanitarios han luchado para llegar a la accidentada zona montañosa para evaluar el alcance del daño del primer terremoto del 26 de febrero y entregar ayuda a los lugareños.
Derrumbes, carreteras bloqueadas, pistas de aterrizaje agrietadas y enlaces de telecomunicaciones dañados han obstaculizado los esfuerzos de las autoridades para ofrecer un número exacto de muertos y entregar suministros a más de 150 mil personas que las agencias estiman que necesitan ayuda.
El gobernador de las Tierras Altas Meridionales, William Powi, dijo que los habitantes se sentían traumatizados por el desastre y las constantes réplicas.
El primer ministro Peter O’Neill sostuvo este miércoles que los suministros de socorro críticos finalmente fluían a áreas devastadas de Papúa Nueva Guinea.
Sin embargo, la ayuda todavía no había llegado a partes aisladas de las provincias de la región de las Tierra Altas: Hela, Jiwaka, Simbu, Tierras Altas Orientales, Enga, Tierras Altas del Sur, y Tierras Altas Occidentales.
O’Neill también recordó que se declaró estado de emergencia para «acelerar la restauración de los servicios públicos esenciales» en la región de Highlands, una de las más afectadas, además calificó lo ocurrido como «un desastre sin precedentes” en ese país.