29 de marzo de 2018
Ciudad del Vaticano.- Al presidir hoy la misa crismal y alistarse a iniciar los ritos de Semana Santa, el Papa Francisco pidió “curas callejeros” que muestran cercanía a la gente, estén siempre a disposición y sepan hablar con todos.
Ante más de tres mil personas congregadas en la Basílica de San Pedro, el Papa encabezó la celebración especialmente dedicada al clero y, en su sermón, le pidió a cardenales, obispos y sacerdotes ser como Jesús, quien decidió ser “un predicador callejero”, “un portador de noticias alegres para su pueblo”.
“Al sacerdote cercano, ese que camina en medio de su pueblo con ternura de buen pastor, no es que la gente solamente lo aprecie mucho; va más allá: siente por él una cosa especial, algo que solo siente en presencia de Jesús”, dijo, hablando en italiano.
“La cercanía es más que el nombre de una virtud particular, es una actitud que involucra a la persona entera, a su modo de vincularse, de estar a la vez en sí mismo y atento al otro”, añadió.
Más adelante precisó que, cuando la gente habla de un sacerdote cercano suele resaltar dos cosas: la primera es que “siempre está” y, la segunda, es su capacidad de encontrar una palabra para cada uno.
“Habla con todos, los chicos, los pobres, con los que no creen”, dicen de él. “Curas cercanos, que están, que hablan con todos… Curas callejeros”, pidió.
Además, el líder católico constató que, en la Iglesia, la proximidad se relaciona con la misericordia, porque esta no sería tal si no “se las ingeniara” para acortar distancias.
Pero el pontífice constató que, entre los católicos, falta incorporar más la relación entre cercanía y verdad. “¿Se pueden acortar distancias en la verdad?”, se preguntó. Y él mismo respondió: “Sí se puede”.
Aclaró que la verdad no sólo sirve para nombrar situaciones y cosas a distancia, según un razonamiento lógico, sino que –también- es “fidelidad”, que lleva a llamar a las personas con su nombre propio antes de ponerlas en una categoría o etiquetarlas.
También llamó a estar atentos a no caer en la tentación de “hacer ídolos con algunas verdades abstractas”, porque son “ídolos cómodos, que están a mano” y los cuales, incluso, pueden dar prestigio y poder.
Pero estas “verdades-ídolo”, sostuvo, usan términos cristianos para mimetizarse, pero no se dejan tocar el corazón y, lo que es mucho peor, alejan a la gente simple de la cercanía de Dios.
El Papa instó a los clérigos a no tomar a la cercanía como una cosa más, dejarla en el campo de las ideas o convertirla en rutina, porque en ella se juegan la congruencia a la propia misión.
Durante la misa, Francisco bendijo los santos óleos que se utilizarán para los sacramentos durante el próximo año y dio inicio así al Triduo Pascual, el periodo de tres días antes de la Pascua católica.