30 Marzo 2022
México.- Rusia anunció el pasado martes que va a reducir «fundamentalmente» las operaciones militares cerca de la capital de Ucrania y una ciudad en el norte, al tiempo que las conversaciones para poner fin a la guerra arrojaron contornos de un posible acuerdo.
El viceministro de Defensa ruso Alexander Fomin dijo que el cambio en los campos de batalla busca aumentar la confianza en las conversaciones luego que varias rondas previas no consiguieron frenar la que se ha vuelto una sangrienta campaña de desgaste. El anuncio fue recibido con escepticismo por Estados Unidos y otros países.
Aunque Moscú lo presentó como un gesto de buena voluntad, sus tropas terrestres han quedado varadas y han sufrido fuertes pérdidas en sus esfuerzos para tonar Kiev y otras ciudades.
La semana pasada y nuevamente el martes, el Kremlin pareció rebajar sus objetivos de la guerra, diciendo que su «objetivo principal» es ahora ganar control de la región oriental de Donbás, mayormente rusoparlante.
El secretario de Estado norteamericano Antony Blinken dijo que no había visto nada que indicase que las conversaciones estaban progresando en una «forma constructiva» y dijo que las versiones rusas de una retirada pudieran ser un intento de Moscú de «engañar a la gente y desviar la atención».
«Está lo que dice Rusia y lo que hace Rusia, y estamos concentrados en lo último», dijo Blinken en Marruecos. «Y lo que Rusia está haciendo es continuar la violencia contra Ucrania».
«Si ellos piensan de alguna manera que un esfuerzo para subyugar solamente el este de Ucrania o el sur de Ucrania … puede resultar exitoso, entonces se están engañando de nuevo profundamente».
Funcionarios occidentales dicen que Moscú está reforzando sus tropas en el Donbás en un intento por rodear a las fuerzas mejor entrenadas y equipadas de Ucrania, que se han concentrado en el este.
Las primeras conversaciones cara a cara en dos semanas entre Rusia y Ucrania comenzaron ayer en Turquía y un asesor del presidente de Ucrania dijo que la reunión en Estambul se centraba en asegurar un cese de fuego y garantías de seguridad para Ucrania.
Las conversaciones, celebradas en persona en Bielorrusia o por videoconferencia, no lograron progresos ni poner fin a la guerra.