13 Enero 2022
México.- En México, la incidencia de depresión entre su población pasó de 13.6% en 2019 a 27.3% en 2020, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2020/Encovid-19.
Especialistas aseguran que el confinamiento por la pandemia desencadenó síntomas como ansiedad, angustia, estrés y miedo a la pérdida de la salud y del empleo que provocaron un incremento en el número de personas con depresión.
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra la Depresión que se conmemora cada 13 de enero, especialistas llaman a que la depresión sea una prioridad para la salud pública, se garantice un diagnóstico temprano de las afecciones de la salud mental y se otorgue un tratamiento adecuado.
Jacqueline Cortés, médico siquiatra y presidenta de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, aseguró que la depresión tiene un impacto fuerte en las personas en edad laboral y el retraso en el diagnóstico, muchas veces debido al estigma alrededor de estas enfermedades, impide que reciban la atención adecuada.
«Si bien no se conocen todos los motivos de la depresión, la ciencia ha demostrado que hay varios aspectos que son muy importantes, por lo que los principales son: herencia, aspectos desafortunados de la vida y alteraciones en sustancias químicas del cerebro llamadas neurotransmisores (principalmente serotonina), entre otros».
Alejandro Calleros Zubiate, siquiatra y director médico de la Clínica Especializada Neurocom, resaltó que durante la pandemia la población ha estado expuesta a situaciones extremas que modifican su estado de ánimo y pudieron derivar en depresión. Desde el confinamiento absoluto que hubo en 2020, el miedo a adaptarse a una «nueva normalidad», más otros contextos como la pérdida de un ser querido por la enfermedad, la falta de empleo, la entrada de nuevas olas de coronavirus, las noticias constantes sobre la pandemia y el aumento de la violencia en el hogar, generaron sensaciones de incertidumbre, miedo, angustia, tristeza, enojo y dolor.
«México ya reportaba desde antes de la pandemia una importante incidencia de trastornos de depresión y ansiedad en población productiva. Estas cifras se elevaron durante la pandemia. Aunque nos digan que debemos acostumbrarnos a esta nueva realidad, es complejo, y la falta de especialistas en siquiatría, que ha sido otro talón de Aquiles desde hace años, hace más difícil que la población acceda a un diagnóstico oportuno y obtenga un tratamiento a su enfermedad.
Los recursos humanos en México están centralizados y aun así en sitios como la Ciudad de México hay retraso en la atención. En el país sólo una de cada cinco personas que viven con un trastorno mental tienen tratamiento y eso no va a cambiar si no hay más inversión en salud mental», dijo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) proyecta que para 2030 el principal motivo de discapacidad en el mundo serán los trastornos mentales. Por su parte, el Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi) señala que 29.9% de los habitantes mayores de 12 años sufren algún nivel de depresión ocasional, mientras que 12.4% los experimenta de manera frecuente.
Edilberto Peña, neurosiquiatra y director del Centro de Investigaciones del Sistema Nervioso (Cisne), explicó que el cuadro de depresión se caracteriza por un descenso en el estado de ánimo, por la pérdida del interés en actividades que antes se disfrutaban y por que hay menos energía para realizar actividades.
«Cuando la depresión es leve y ha durado menos de un año, el tratamiento puede ser sólo con sicoterapia, antidepresivos o la combinación de ambos. Cuando la depresión es moderada se puede intervenir con sicoterapia y tratamiento farmacológico; si se trata de un caso grave, además de la sicoterapia y tratamiento con fármacos podría requerirse hospitalización», precisó.
El especialista señaló que en México hay una brecha en la calidad de la atención de la depresión por falta de medicamentos y terapias adecuadas y remarcó la necesidad de mayor presupuesto a la salud mental.