31 Marzo de 2019.
México.- El cardenal Carlos Aguiar Retes envistió a cinco nuevos canónigos que participarán en el servicio pastoral de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, con lo que a partir de este domingo formarán parte del cabildo de este recinto.
Los nuevos miembros que a partir de hoy formarán parte del colegio canónigo de la Catedral Metropolitana, consagrada a Nuestra Señora de la Asunción son: Juan Carlos Guerrero Ugalde, Rodrigo Benítez, Eduardo Mercado Guzmán, Efraín Trejo Martínez y Luis Alejandro Monroy López.
En el acto destacó que siendo la Catedral Metropolitana el templo principal de la Arquidiócesis Primada de México es muy conveniente que todos los servicios litúrgicos y ministeriales sean celebrados para los fieles en forma excelente.
Además, corresponde al Cabildo Catedralicio cumplir los oficios que el derecho o el obispo diocesano le encomiendan, de acuerdo con el Canon 503 del Código de Derecho Canónico.
En ese sentido, recordó la necesidad de completar el número de integrantes necesarios para atender los servicios de la Catedral de acuerdo al parecer del cabildo en febrero de 2019 y con base en lo establecido en los cánones 506, párrafo primero, y 509 del Código del Derecho Canónico y los estatutos del cabildo artículos 6 y 8.
De esta manera, a partir de este domingo, los nuevos canónigos deberán cumplir con los deberes del cabildo, en las participaciones litúrgicas, servicio de reconciliación, asistencia a juntas capitulares y acciones evangelizadoras y de pastoral.
Lo anterior, con base en los artículos 18 a 22 de los estatutos del Cabildo y tendrán los derechos establecidos en el Artículo 23 de los mismos estatutos.
Durante su homilía, el arzobispo primado de México destacó la importancia de hacer conciencia sobre el valor de la vida, la cual se puede apreciar con la parábola del “hijo pródigo”, en la que el hijo joven se hace consciente de lo que tenía, hasta que los despilfarró todo.
En ese sentido, subrayó que “la vida se nos otorgó gratuitamente, nadie la pidió y Cristo comparte su vida divina entregando su vida para nuestra salvación.”
En esta historia, dijo, el mensaje principal es el de la reconciliación, y que consiste en un perdón que deja por completo en el pasado lo que ocurrió y por amor, todo lo hace nuevo.
Destacó la importancia de llegar a la mitad de la Cuaresma, “para hacer conciencia de lo que hemos caminado y lo que nos falta por cumplir en este proceso de reconciliación con nuestro creador”.
Es pues la reconciliación la que nos ayudará a volver a comenzar de nuevo y liberarnos del pasado. “Porque las cosas viejas no nos encadenan si nos reconciliamos con Dios”, subrayó el jerarca católico, quien agregó “todo lo viejo ha pasado, ya todo es nuevo”, como señala San Pablo.