23 de mayo de 2018
México.- Si bien en los últimos 15 años se logró introducir la cultura del emprendimiento en México, su crecimiento hoy es peligrosamente desordenado para el funcionamiento de las economías locales, por lo que es urgente reestructurar el ecosistema del emprendimiento en el país.
Mientras los gobiernos otorgan permisos indiscriminadamente, sin normatividad alguna que evite el canibalismo entre ellos, el emprendedor de hoy en día desconoce no solamente cómo hacer un estudio de mercado para iniciar un negocio, sino incluso cómo lidiar con su inteligencia emocional.
“Porque el camino del emprendimiento es solitario y lleno de retos”, afirma el autor del libro “4×4 Emprendedores Todo Terreno”, Samuel González Guzmán.
Samuel, ex estudiante del Instituto Tecnológico de Monterrey, formó la Fundación Educación para Emprendedores hace 20 años y con base en experiencias de empresarios del sector es que surgió el texto, que finalmente es un manual de cómo hacer emprendedurismo en México.
“Vemos que hay muy poca bibliografía en el país en este sector. Por otro lado, la que existe es muy técnica y no funciona a la hora que el emprendedor puso su negocio y debe hacer pagos o cobranzas”, añade.
Incluso, para emprender con la familia, que es uno de los síntomas del emprendedor mexicano que busca a sus parientes como primeros socios, entre ellos hay que saber si tienen las aptitudes y el perfil y si realmente son las personas adecuadas para hacer negocio.
En entrevista con Notimex revela que el emprendedor tiene que saber cómo son y para qué sirven las incubadoras y las aceleradoras de negocios, pero también “cómo lidio incluso hasta con mi inteligencia emocional porque es un camino solitario en muchas ocasiones” y el reto no es solo hacer saber cuenta y tener ventas, sino incluso la forma de cómo despedir a un empleado cuando se llega el momento.
“Un emprendedor es aquel que da un salto al vacío y construye un avión en el proceso. Es aquella persona que corre un riesgo y es capaz de capitalizarnos en dinero y aún cuando eso no está sucediendo me tengo que aventar a hacer las cosas, pero sin estamparme”, explica.
Para que eso no suceda, sugiere, el emprendedor debe saber lo que va a hacer y al mercado al que se va a enfrentar, lo que tiene y lo que le falta.
Hay emprendedores con título universitario y durante toda su carrera los profesores los guiaron para hacer negocios, pero hay un importante porcentaje de emprendedores que hacen negocio por necesidad sin que sea su vocación.
Es aquí en donde la cultura del emprendimiento ha crecido en forma desordenada, donde “el gobierno ha afectado mucho porque de pronto lo hacen una política pública nacional que tiene su parte positiva, pero sin estructura y es ahí donde nos ha faltado, en tener una organización lógica”.
La propuesta de Samuel entonces es mapear lo que hoy existe, lo que falta; detectar las necesidades de los emprendedores y sobre ello reestructurar el ecosistema del emprendimiento y reeducar a la población.
Porque dijo “no sólo es decir tengo una idea y quiero dinero, sino conocer todo lo qué hay detrás de ello”.