2 Noviembre de 2018.
México.- El enfermero Luis Alberto Sarabia Hernández sabe lo difícil que es su profesión, que tiene como objetivo brindar los cuidados necesarios para salvar la vida de la personas, pero también se presenta la otra cara de la moneda cuando un paciente muere por causas naturales, por enfermedades o por algún accidente.
En estos casos, le ha tocado preparar un cuerpo para el trayecto del hospital hacia la funeraria, lo cual no ha sido fácil.
Con más de 10 años de profesión, Luis Alberto prefiere el área de Urgencias de un hospital para desempeñar su labor porque, según él, tiene su lado raro, complejo, ya que “nunca sabes qué te va a llegar. Puede que tengas un buen día y no se muera ningún paciente”.
En entrevista con Notimex, explica que cuando ese momento fatal llega para alguno de los pacientes, el profesional de la salud lo debe tomar como parte de un proceso natural, aunque no siempre lo consigue y le afecta de una u otra forma. “El día te cambia cuando muere un paciente, ver todo el proceso, de cuando se despiden los familiares, de hacer los preparativos post mortem, eso no ayuda a tu día”.
Y es que cuando un deceso ocurre, el licenciado en enfermería y obstetricia reflexiona sobre los casos de pacientes muy graves, en «cómo pudiste ayudarlo un poco más a que tenga un buen morir».
Un primer paso es dejar que los familiares se despidan del fallecido. Un segundo paso, relata, es retirar los instrumentos médicos como el catéter, tubos, sonda y limpiar lo mejor posible.
Según las normas de cada hospital, al cuerpo se le pone un algodón en la boca, así como en los orificios nasales para evitar la salida de algún líquido. Una vez que se le pone ropa desechable, se mete en una bolsa para su traslado a la funeraria.
Luis Alberto reconoce que en estos momentos tiene un rito personal, pues prefiere hablar. «Le digo que va a ir a un lugar mejor, que ya no va a sufrir, que va a estar mejor, que se vaya en paz, que se vaya con calma”.
Admite que esta parte de su trabajo no es nada sencillo, pero sabe que debe realizarse con todo el respeto y un trato digno.
En caso de que un paciente en fase terminal ya requiera en casa solamente de cuidados paliativos, señala que es una alternativa para que no tenga dolor, que no sufra, «para que se vaya tranquilo y en paz».
Si de malos días se trata, no puede evitar lo difícil cuando el caso es un niño. “El adulto, como sea, ya vivió, ya tuvo una experiencia; el niño no. El niño apenas está empezando».
Al abordar el tema, muy emotivo, recuerda que uno de sus primeros pacientes que posteriormente falleció fue un menor. «Era un niño que estaba grave, su diagnóstico se complicó, estaba en estado vegetal, y la misma familia decidió desconectar al paciente. No se siente nada bien”.
El profesionista ha laborado en los tres turnos: matutino, vespertino y nocturno, y cada uno tiene su grado de complejidad; por la mañana hay más personal, mientras que por la tarde el ritmo se calma un poco, hay menos ajetreo, y por la noche, en cambio, hay bastante trabajo, pero con menos ruido y movimiento, porque los pacientes en su mayoría duermen.
En este contexto tiene diversas anécdotas: «Me tocó una señora que tenía un delirio que me pateó la cabeza cuando la estábamos cambiando; estaba sujeta porque pellizcaba y mordía. Cuando la estábamos cambiando y no quería, en un descuido, el camillero le soltó la pierna y me pateó la cabeza. Fue bastante chistoso».
Luis, de 30 años, decidió estudiar enfermería porque le gusta el área de la salud, aunque en principio quería ser médico, pero conoció su carrera que hoy es su pasión.
No obstante, admite que en algún momento ha tenido dificultades en su vida, tanto en lo personal como en lo social, ya que no tiene un horario «normal» como de una persona de oficina, y trabaja los fines de semana o días festivos de reuniones familiares.
Lo anterior ha sido complicado en su trabajo, lo mismo el tema tan cercano de la muerte, pero añade: «La muerte es un proceso al cual todos vamos a llegar, pero siempre hay que buscar que no se sufra, que se tenga un buen morir».
Fuente: Notimex.