21 de junio de 2018
México.- Más allá de los índices macroeconómicos, la etnografía permite conocer, en todas sus dimensiones y modalidades, los fenómenos de migración, aseguró Sergio Sánchez Díaz, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).
Al participar en un seminario organizado por la Universidad Veracruzana (UV), el especialista presentó algunos de los resultados de un estudio comparativo entre las poblaciones de Ciudad Juárez, Chihuahua, y El Paso Texas, Estados Unidos.
En coordinación con académicos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), entrevistó de 2013 a 2015 a personas involucradas en el proceso de migración. Aplicaron diversos test (a partir de la psicología social) para dimensionar su situación migratoria en un contexto de violencia.
Sánchez Díaz afirmó que el hambre, pobreza, falta de oportunidades y violencia son las causas de desplazamientos, a lo que se suman guerras civiles y fenómenos naturales que desplazan a los habitantes de Centroamérica.
“No es exagerado decir que el valle de Juárez y Tijuana son lugares con el mayor cruce de drogas en el mundo y se sabe muy bien dónde están los cruces; Ciudad Juárez es una ciudad controlada por los cárteles de la droga”, subrayó el investigador.
El especialista del CIESAS dijo que la violencia exacerbada que vive la población es patente en los testimonios y las entrevistas. «Son testimonios de guerra realmente, es una violencia que creo que es el valor de los testimonios, dar cuenta de la guerra que hemos vivido desde hace varios años”, destacó.
En un comunicado, la UV informó que en este mismo seminario participaron Manuel Uribe Cruz, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y Saúl Moreno Andrade, director regional del CIESAS, Unidad Golfo.
Manuel Uribe Cruz, también integrante de la coordinación del seminario, destacó que los trabajos etnográficos son los que realmente nos permiten conocer «a ras de tierra» y hablar con los interlocutores, quienes viven la situación, más allá de los índices macroeconómicos.
Saúl Moreno Andrade consideró que la experiencia directa de campo, hace altamente valioso el trabajo etnográfico, al grado de que se habla que se requiere profundizar en el conocimiento de problemas nacionales a través de la etnografía.
Hay un crecimiento personal del etnógrafo en el conocimiento del otro y eso es muy importante, porque se puede aplicar en diferentes campos, “es una herramienta poderosa que tiene la antropología particularmente, pero también el resto de las ciencias sociales”, recalcó Moreno Andrade.