20 Noviembre de 2021
México.- Cuando se trata de asesinatos por encargo de figuras políticas, autoridades locales, cuerpos de seguridad, periodistas y representantes del sistema judicial así como el sector privado, no hay quién le haga sombra a México.
El país aparece en lo alto de la base de datos sobre asesinatos a sueldo vinculados al hampa elaborada por la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional (GI-TOC), institución independiente con sede en Ginebra, Suiza.
Entre 2019 y 2020, la instancia internacional contabilizó al menos 2 mil 700 casos en 84 países; aunque un puñado de naciones concentró 85%, de acuerdo con el análisis que expone los resultados de una investigación sobre el papel de la delincuencia en las ejecuciones por «contrato».
México encabeza la lista negra con 545 casos, seguido por El Salvador, Colombia, Sudáfrica, Paquistán, Brasil, Filipinas, Kenia y Mozambique.
El informe, elaborado por Ana Paula Oliveira y Nina Kaysser, precisa que las cifras deben considerarse con cierto grado de cautela, debido a la cobertura limitada en medios de comunicación, fuente principal de la base de datos. Señala que México destaca por el «inusual» número de casos en donde la motivación es desconocida, 26% del total.
«Esto se debe en gran parte por el número de casos reportados sin identificar a la víctima. En varios casos, los perpetradores dejan mensajes en los cuerpos, acusando a las víctimas, no identificadas, de pertenecer a un grupo o cártel rival, de ser violadores, ladrones o extorsionadores». De los acontecimientos identificados, el principal eje de las ejecuciones por paga es el delictivo, 51%, seguido por la política, 14%.
«En la práctica, los dos ejes conductores, la política y el crimen organizado, se entrecruzan en muchos casos en el contexto latinoamericano». El principal blanco en México es el personal de seguridad, una de cada cinco víctimas. «Agentes de policía de todos los rangos son blanco frecuente de los grupos delictivos en México».
Señala que por lo regular, son atacados cuando están fuera de servicio, a menudo, por su trabajo de investigación, pero también por su participación en actividades delictivas.
Al igual que el resto de las naciones latinoamericanas que figuran en la lista negra, el método más usado es el arma de fuego, la cual fue utilizada en 86 por ciento de los incidentes.
El reporte indica que los asesinatos por encargo son usados por redes delictivas para hacer prevalecer sus intereses políticos, económicos y criminales.