En sesión solemne, el Senado de la República conmemoró el Centenario de la Promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Al comienzo de la sesión, y a solicitud de la presidenta en funciones de la Mesa Directiva, Blanca Alcalá Ruiz, la asamblea guardó un minuto de silencio en homenaje a los diputados constituyentes de 1917, que en su totalidad han fallecido.
Se notificó al Pleno que frente al presídium se ubicó una edición facsimilar del texto de la Constitución de 1917. Este ejemplar se mantendrá en exhibición en el Senado durante el mes de febrero, como parte del homenaje en el Centenario de su promulgación.
Al hacer uso de la palabra a nombre de la Mesa Directiva, la senadora Alcalá Ruiz manifestó que la Constitución establece un Estado democrático, que coloca en el centro a los derechos humanos, como un propósito firme al que aspiramos de manera permanente para enaltecer la dignidad de los mexicanos.
Invoquemos, agregó, nuestros principios constitucionales y seamos firmes, protegiendo todos los días a los mexicanos que viven en nuestro territorio y a aquellos que radican en el extranjero, “porque es necesario abrir una puerta por cada una que se cierre y construir cien puentes por cada muro que se pretenda construir”.
Hoy, indicó, cuando la incertidumbre ha alcanzado a la política y a la democracia, hagamos de nuestra Carta Magna el mejor medio de la defensa del Estado constitucional.
El presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Enrique Burgos García, sostuvo que la Constitución que hoy conmemoramos fue, en esencia, un gran acuerdo y el más importante de nuestra historia. Destacó que el Senado republicano debe ser capaz de diseñar y construir en entendimiento y acuerdo para, en lo fundamental, cimentar un gran acuerdo por la unidad nacional. “Ese será el mejor homenaje de nuestra centenaria Constitución Política”, subrayó.
Señaló que la sociedad mexicana sabe sopesar las circunstancias de unidad indispensable, por lo que quien afirma que son expresiones patrioteras, lo hace por dolo, mala fe o por ignorancia. Esto vale ante el asomo amenazante del exterior, de nacionalismos dogmáticos, definiciones étnicas excluyentes o embestidas a nuestros compatriotas; o la adversidad que muestra el gobierno de Estados Unidos, al que nunca se le ha regateado diálogo con respeto, franco, posición de entendimientos, con apertura, pero también con dignidad.
Manifestó el pleno aprecio y reconocimiento cabal al “gran pueblo norteamericano”, a la que le reiteramos nuestra admiración, porque en esencia, dijo, compartimos principios e ideales.