18 de junio de 2018
A la vista ya de “la otra orilla…” y en marcha la cuenta regresiva hacia el término del proceso, y muy a pesar del consistente pronóstico de la mayoría de las encuestas y sondeos, lo cierto es que nada está aún definido, en razón, sí, del altísimo porcentaje de potenciales electores que sigue manifestándose indeciso sobre el destino que finalmente dará a su voto o renuente a explicitar sus preferencias, y más porque el momento de realizar “la última apuesta…”, para muchos de los involucrados, el Estado de manera particularmente destacada, apenas llega.
Es verdad que un día sí y el otro igual, sabemos de ejercicios estadísticos en los que, de manera recurrente, el puntero de la contienda no es otro que Andrés Manuel López Obrador, a quien otorgan ventajas de entre 5, 6 y hasta 15 o más puntos porcentuales, al tiempo que identifican la disputa por la segunda posición entre José Antonio Meade Kuribreña y Ricardo Anaya como la parte realmente importante, medular, ahora del proceso…
Y esto no sólo por la generalizada convicción de que quien hoy, diez días antes del cierre de campañas se posicione como segundo, será quien se beneficie del voto antiPeje y finalmente tendrá “el honor de contender ante las urnas con el tabasqueño”, sino, insistamos, porque es en la “recta final” del proceso en la que todos y cada uno de los actores participantes, el gobierno federal y los estatales de manera destacada, más los llamados poderes fácticos, harán valer la totalidad de sus capacidades y recursos —“apostarán su resto”, como diría alguno— para beneficiar a uno u otro de los contendientes, de los tres citados al menos.
Ahora es cuando, más allá de lo que hasta el momento pudieran haber hecho, veremos actuar al Estado en cuanto tal, a la Iglesia y el Ejército, al (ahora, al parecer, “doblado”) sector empresarial y a no pocas organizaciones sociales de todo signo, por sólo mencionar a algunos, que hasta el momento se habían mantenido al margen. Ahora, como de hecho comenzó a ocurrir desde el término del tercero de los debates entre presidenciables, veremos su manera y capacidad de operar y, sin lugar a dudas, el resultado de ello.
La hora pues de las definiciones es ésta. Es ahora o nunca… tanto para los candidatos y sus afines en Juntos Haremos Historia, Todos por México y Por México al Frente, en ese orden diríamos, como para quienes desde las trincheras apartidistas ven con más o menos temor a uno de los aspirantes, el moreno AMLOen concreto, y con mayor o menor esperanza al tricolor Meade Kuribreña o, en su caso, al amarillo-azul Anaya.
La cuenta regresiva (en lo que a cierre de campañas y advenimiento de la jornada electoral refiere) comenzó ya: 10, 9, 8…
ASTERISCOS
* Coincidente: Al cierre de la semana, Pop Group difundió un sondeo propio que coloca a Meade en empate técnico con López Obrador —33.4% por 32.3%— y apuesta que 4 de cada 10 indecisos, en tanto que GBA Strategies, en la (desaparecida) encuesta realizada para el Consejo Mexicano de Negocios, de Alejandro Ramírez, confirman al priista como segundo en la puja…
* Digno de encomio, sin duda, el acuerdo que, con el fin de contribuir al fortalecimiento de la transparencia y evitar actos de corrupción, suscribió la titular de la Función Pública, Arely Gómez, con el gobernador poblano AntonioTony Gali Fayad, quien le hizo entrega del “Compromiso por la Integridad”, que explicita las acciones a realizar para alcanzar el objetivo planteado.
* Empeñado en destacar el aporte del grupo senatorial priista que él mismo lidera, Emilio Gamboa aseguró que México cuenta hoy con mejores leyes y un andamiaje legal que le permiten tener un desarrollo sostenido. Ello, dijo, como resultado del desempeño responsable y comprometido, dejando atrás compromisos partidistas, con las familias de su bancada…
Veámonos el miércoles, con otro asunto De naturaleza política.
Twitter: @EnriqueArandaP