De naturaleza política
18 de Noviembre de 2016
Colocada (literalmente) en el ojo del huracán tras el triunfo del republicano Donald Trump en Estados Unidos, la secretaria de Relaciones Exteriores, la canciller Claudia Ruiz Massieu, en particular, se apresta ahora a avanzar en la definición primero, y aprobación después por parte del Senado, de quienes habrán de encabezar, “desde ya…”, representaciones diplomáticas del país —no pocas de primerísimo nivel e importancia— que hoy día se encuentran acéfalas o en las que urge realizar cambios.
Hablamos de una veintena de embajadas en las que, muchos meses atrás en algunos casos, se removió a sus titulares o, por así convenir a su interés o haber concluido su respectivo encargo, se aceptó la dimisión de quienes las encabezaban: Londres, Berlín, Pekín, Moscú, Brasilia, el Vaticano y Madrid incluso, son capitales donde pronto, según versiones extraoficiales, aterrizarán nuevos representantes de México, del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto en concreto.
A las anteriores, y a manera sólo de recuento, habría que agregar las de Grecia, Nigeria, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Finlandia, Singapur, Corea del Sur, Turquía, más las representaciones ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y, sin duda, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Tal es la importancia de las posiciones en juego que, más allá de la obvia inclusión entre los aspirantes y/o designados a ocuparlas de miembros del servicio (diplomático) de carrera, en cuando menos un par de momentos, no pocas de ellas fueron mencionadas como destino de integrantes y/o cercanos al grupo en el poder, igual como premio que como castigo…
Ahora incluso, inminente como es el envío del primer paquete de propuestas al Senado, nombres como el del titular de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, por ejemplo, continúan siendo mencionados entre los posibles para Reino Unido, aunque los más dan por seguro ahí a Julián Ventura, igual que, si bien se habla de “algún otro”, se consolida la especie de que el ex de la Cruz Roja Mexicana Daniel Goñi Díaz irá a la Eterna Roma, a la embajada ante la Santa Sede, como sucesor de Mariano Palacios Alcocer, quien se encuentra en su natal Querétaro desde septiembre pasado.
Al margen de la identidad de los postulados, vale decir, lo cierto es que, por estrategia o por simple oportunidad, México se apresta ahora a modificar, presumiblemente de fondo, el rostro que a través de sus embajadas presenta al mundo… y ello, en momentos de gran tensión (y hasta confusión) como los actuales, no suena mal. ¿O sí?
ASTERISCOS
* De forma muy anticipada, en opinión de los más, el morenovallista Fernando Herrera pidió licencia ayer al Senado para ir por la candidatura de Acción Nacional al gobierno de Coahuila que también quieren el anayista Marcelo Torres Cofiño y el calderonista Guillermo Anaya, el más adelantado en los sondeos… Todo pues, ¡por la unidad del panismo!
* Amén, destacar su respeto al papa Francisco y reiterar que “seguiremos denunciando los intentos de imponer la ideología de género a la niñez mexicana…”, el Frente Nacional por la Familia exigió ayer, otra vez, ser recibido en audiencia por el presidente Enrique Peña Nieto para, dicen, “hacerle directa y respetuosamente nuestros planteamientos”.
* Sin más intención que evitar confusiones por lo dicho el miércoles aquí —SEP, ¿por Bancomer?— vale aclarar que la institución bancaria que lidera Eduardo Osuna vendió su sede en Universidad a Prudential Real State en 2006, cuando comenzó a construir su ahora emblemática Torre de Reforma, por lo que rentó la misma hasta el pasado febrero. Hoy, desde octubre de 2013, el inmueble pertenece a Fibra Uno, fondo de inversión inmobiliaria…
Veámonos el domingo, con otro asunto De naturaleza política.