29 de Julio de 2019
Ahora sí que, más temprano que tarde, la izquierda latinoamericana volteó la mirada hacia el país para, desde Puebla de los Ángeles, impulsar una nueva iniciativa, que apoyada “en el enorme triunfo de Andrés Manuel López Obrador en México, la renovación de mandatos en Bolivia y Uruguay, el crecimiento de las fuerzas progresistas en Colombia, así como la crisis del gobierno de Mauricio Macri”, favorezca el que “los espacios progresistas de la región (que) necesitan adueñarse del mañana” lo hagan.
En el marco del denominado foro ProgresivaMente, un nuevo impulso progresista, celebrado en la conservadora localidad entre el 12 y el 14 de julio, efectivamente, una treintena de dirigentes y/o activistas de diez países de la región consumó un primer encuentro, que si bien no se tornó, como algunos hubieran querido, en plataforma de lanzamiento para el gobierno de la 4T, sí retomó la vieja y superada retórica del peligro de la “ultraderecha” antidemocrática y populista a la que, podría decirse, “se asemejan cada vez no pocos de los regímenes que ellos apoyan”.
Auspiciados por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) del electo Miguel Barbosa Huerta y la cuestionadísima Yeidckol Polevnsky, personajes tales como el expresidente colombiano Ernesto Samper y el exsecretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, el chileno Marco Enríquez–Ominami (MEO), a quien en su momento se le vinculó –“igual que a Miguel Torruco, hijo del actual secretario lopezobradorista de Turismo”–, con la creación del movimiento Yo soy 132, de triste memoria, y, claro, el infaltable Cuauhtémoc Cárdenas o la priista Beatriz Paredes, se dieron cita en el referido encuentro para, según su propio decir, “escuchar, pensar, proponer y debatir” y, al término del mismo, suscribir un manifiesto más parecido a un manifiesto ideológico que a una propuesta para, de manera efectiva, abonar a la solución de la compleja realidad regional.
Al margen el encuentro como tal, y la destacada no participación en el mismo –como se pensó se daría– de López Obrador, la sola presencia de personajes como los citados habla, otra vez, de que si bien el tabasqueño puede identificarse o no con ellos y sus postulados, no pocos de quienes colaboran en su administración están aprovechando la coyuntura para activar mecanismos que, en su momento, podrían implicar la asunción de compromisos con movimientos internacionales, incluso, no necesariamente avalados.
Cuba, Venezuela y sus fans, ciertamente, siguen estando lejos. Sin embargo…
Asteriscos
* Hoy, luego que como hizo el cabildo de Chihuahua, que lidera la panista MaruCampos, también el de Ciudad Juárez, de Armando Cabada, la rechace, la reforma para validar, a nivel Constitución, el (indefinido) derecho “a la libre autodeterminación” deberá revocarse lo que supondrá un duro golpe para el Congreso local sí, y para el cuestionado gobernador Javier Corral.
* Más tardó Andrés Manuel López Obrador en asegurar que el ahora extitular del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Gonzalo Hernández Licona, ganaba 220,000 pesos al mes, mientras él recibe 108,000, que éste, vía Twitter, ofreció evidencias de que su ingreso bruto era de 132,312.98 centavos…
Veámonos el miércoles otro asunto De naturaleza política.