Lunes 02 de Marzo de 2020
Infeliz coincidencia, en opinión de no pocos al más alto nivel gubernamental, la aparición de los primeros casos del coronavirus cuando el sistema de salud enfrenta una de sus más profundas crisis y en un entorno de escepticismo y desconfianza crecientes, la economía pierde competitividad y capacidad de crear riqueza y empleos, podría convertirse en una suerte de causa remota del agravamiento de algunas de estas situaciones y, peor, en explicación discursiva del triste panorama que asoma en el horizonte nacional…
Y esto porque, “al más puro estilo de la 4T…”, tanto Andrés Manuel López Obrador como sus afines intentarán imputar el actuar fallido y corrupto de quienes le antecedieron o a un nefasto “compló” tanto la previsible insuficiencia e incapacidad del Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi) para atender la emergencia, al margen de que haya sido su gobierno el que, con el Seguro Popular, canceló también el Fondo de Protección contra Riesgos Catastróficos, que captaba 1% del presupuesto anual de aquél, redujo el aporte de recursos a la Dirección Nacional de Epidemiología (SS), los Institutos Nacionales de Salud —“el Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) incluido, claro”— y hospitales de alta especialidad, además de mantener sin solución la negada crisis, alentada por la inexistencia de fármacos para atender a miles de pequeños enfermos de cáncer a todo lo largo y ancho del país.
Nada distinto a esto ocurrirá si de minimizar o desviar la atención del gran público sobre la grave situación de estancamiento y práctica recesión que enfrenta la economía —al cierre de 2019, el país reportó la tasa de crecimiento económico formal más baja de la última década— o de la insuficiente generación de empleos y menos, mucho menos, si, como se prevé, las expectativas cada vez más reducidas de avance de la economía tienden a concretarse como señalan, cada uno por su parte, el Banco de México, que ya redujo su previsión de alza del PIB a entre 0.5% y 1.5% para 2020, desde el 2%-3% en que lo había fijado al inicio del actual gobierno o, en el extremo, las de Bank of America, Merrill Lynch y Evercorde, que ubican el alza anual en apenas 0.5%… lejos, muy lejos, sin duda, de la oferta que en campaña hiciera el tabasqueño de 4% promedio anual durante toda su gestión.
Lo peor, pues, del embate del “virus chino” está aún por llegar, como también, insistamos, el de la narrativa que desde las más altas esferas del poder se difundirán con ánimo de imponer una explicación de los hechos. Hoy incluso, más en serio que de broma si se quiere, no son pocos los que comienzan ya a referirse a la epidemia de reciente arribo como un coronavirus “neoliberal”…
¿Será?
ASTERISCOS
* Ayer, por cierto, en Chiapas, el gobierno reconoció la confirmación de un nuevo caso de contagio, quinto a nivel país, y el acrecentamiento de medidas preventivas de gobiernos estatales que, quiérase que no, toman como modelo para ello “lo realizado cuando la epidemia del AH1N1”…
* Exdiputado e integrante de instancias de dirección de Acción Nacional en los últimos años, el abascalista Fernando Palma Gómez se convirtió en una víctima mortal más de la violencia que, ante la indolencia e incapacidad del gobierno de la ineficaz Claudia Sheinbaum, azota a la CDMX…
Veámonos el miércoles, con otro asunto De naturaleza política.