20 de julio de 2018
Prácticamente desde la instalación de la LXIII Legislatura federal, en septiembre de 2015, integrantes de la bancada de Acción Nacional en la Cámara de Diputados comentaban con el coordinador que desde la cúpula partidista les fue impuesto el gris-gris Marko Cortés Mendoza, su deseo de que una al menos de las seis reuniones previas al inicio de sesiones a realizar fuera organizada lejos de la capital, preferentemente en algún sitio de playa, donde, además de dar debido cumplimiento al trabajo, pudieran aprovechar para estrechar relaciones, conocerse y, en esencia, convivir “lejos de la formalidad” a que obliga el Congreso.
Así lo hicieron durante casi tres años hasta que, previa la clausura del último de los periodos ordinarios, en abril, acordaron llevar a cabo una última plenaria nada más y nada menos que en Playa del Carmen, Quintana Roo, tras lo cual, como es obvio suponer, pusieron manos a la obra y, desde las instalaciones de San Lázaro, procedieron a organizar el singular encuentro: reservación de vuelos y hoteles, de restaurantes, salones de sesiones y, en especial, una agenda de actividades en la que, incluso, previeron la eventual visita del futuro jefe del ejecutivo —de Ricardo(Anaya Cortés) el del Frente, obvio— sin considerar siquiera que la misma pudiera no realizarse… no al menos como se planeó…
Y no habrá de realizarse, decidieron el miércoles 12, en razón de la insistencia que respecto de la urgencia de cancelar gastos innecesarios del Legislativo viene haciendo el ganador de los pasados comicios, sí, pero también y más, por la intención de Cortés Mendoza de buscar la dirigencia del blanquiazul y la íntima convicción de él y sus afines de que, ir ahora a Playa del Carmen, a 45 días escasos antes de concluir su gestión, podría dar paso a que, muchos, comparen esta “fiesta” (de despedida) con la que, en agosto de 2014 protagonizaron diputados panistas liderados por (los impresentables) Luis Alberto Villarreal y Jorge Villalobos en Puerto Vallarta, Jalisco, y que posicionó a los otrora maderistas y ahora anayistas como diputables, al grito de ¡ánimo, Montana!
Ahora sí entonces que nada más que el llamado Síndrome Montana, que desde entonces persigue a los panistas, impidió ver a la bancada saliente del azuldisfrutando de un singular festejo de clausura de actividades como, sin embargo, sí podremos ver a una veintena, treinta quizá, de los integrantes de la misma que, “antes que perder la inversión ya realizada…” —ampliación de estadía en hoteles cinco estrellas aprovechando precios preferenciales y/o cambio de vuelos— estarán en el paradisiaco destino.
Habrá que ver qué ocurre allá, ahora que las figuras —las más al menos— no estarán…
ASTERISCOS
* A la vista la presentación, el domingo, del equipo que acompañará a la morenaClaudia Sheinbaum en el gobierno, más de uno apuesta a que, en lo que a la estratégica cartera de Seguridad Pública se refiere, acabará decantándose por Javier González del Villar, que se ha desempeñado ya como director de Asuntos Internos de la policía capitalina y, antes, primer fiscal de Extinción de Dominio de la PGJDF. Su experiencia y limpia trayectoria, dicen, le califican…
* Vaya singular mentís a su presumible honorabilidad intachable la que, este miércoles, propinó el Instituto Nacional Electoral (INE) de Lorenzo Córdova al círculo cercano de Andrés Manuel López Obrador y Morena, al imponerles una multa de casi 200 millones por desviar a la pasada campaña recursos destinados al fideicomiso de apoyo a damnificados de los sismos de septiembre.
* No conforme con ordenar desalojarlos cuando, en demanda del pago de adeudos millonarios del gobierno estatal en su favor se manifestaron en sus oficinas del Palacio de Gobierno, el impresentable Miguel Ángel Yunes Linaresinició ahora la persecución de uno de los líderes de la protesta, el empresario Alejandro Cossío, al que la Fiscalía estatal acusó de “coyotaje”…