10 de octubre de 2018
Si bien todos los procesos electorales, por naturaleza podríamos decir, suponen debate de posiciones e ideas y, más, confrontación entre iguales, el que ahora vive Acción Nacional en busca de un nuevo y supuestamente “diferente” liderazgo nacional que permita al otrora partido de las derechas superar la profunda crisis en que se encuentra inmerso, tras los desastrosos resultados obtenidos en los comicios de julio, parece no tener precedente.
Y esto, no sólo por el nivel que alcanza la contraposición de posturas y propuestas de cambio de doctrinarios encabezados por Manuel Gómez Morin Martínez del Río y, en la contraparte, del anayismo vergonzante de Marko Cortés Mendoza, sino, en esencia, por la multiplicación de escándalos que al amparo del mismo se vienen gestando; el más reciente de ellos, la exigencia de expulsión del gris-gris Cortés por la comisión de supuestos actos de corrupción, que ante las diversas instancias partidistas plantearon los primeros.
Apenas el lunes, efectivamente, en un comunicado, la fórmula encabezada por el nieto del fundador del panismo exigió que debido a las acusaciones del valiente (compañero en estas páginas) Juan José Rodríguez Prats, presidente de la Comisión de Doctrina en contra del michoacano excoordinador de la bancada blanquiazul en San Lázaro, “quien presuntamente recibió 70 millones de pesos a cambio de negocios cuando competía para ser candidato a la gubernatura de Michoacán”, la Comisión Organizadora del proceso “debe pronunciarse sobre este tema y, de ser necesario, suspender el registro de la candidatura” del aludido, mientras se hacen las investigaciones correspondientes.
Nunca antes en el pasado reciente, como ahora, la supuesta o real inapropiada conducta, corrupción en este caso, de un aspirante a dirigir al otrora partido de la gente decente fue expuesto de tal forma, como tampoco una demanda de expulsión como la que, a nombre del equipo de Gómez Morin, presentó Heidi Gertud Storsberg ante la Conecen que preside Cecilia Romero, la (inexistente o inoperante al menos) Comisión de Orden y Disciplina Intrapartidista y, claro, la Comisión Anticorrupción, de Luis Felipe Bravo.
Hoy, en el curso del día, la instancia encargada del proceso deberá formalizar las candidaturas de los participantes en la puja por la dirigencia nacional. Será entonces, piensan los interesados, cuando deberá pronunciarse sobre este nuevo escándalo —“no será el último, con toda seguridad…”— que, otra vez, evidencia la pérdida de rumbo, de esencia y/o alma dirían los doctrinarios, por parte de las más recientes dirigencias y liderazgos destacados del partido…
Asteriscos
* Que nadie se llame a sorpresa si, en semanas, el electo presidente confirma su, al parecer, tomada decisión de concesionar al sector privado, a un consorcio liderado (seguramente) por Carlos Slim Helú en concreto, las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de México… y, en paralelo, la posposición del proyecto San Lucía, aun cuando con ello cotradiga a su (hasta ahora) próximo titular de SCT, Javier Jiménez Espriú (y socios)…
* Implícita muestra de apoyo, tras el grave desencuentro que en defensa de la (autonomía de la) institución que lidera tuvo hace apenas unas semanas con Andrés Manuel López Obrador y afines, la designación como “Banquero Central del Año” que, en favor del gobernador Alejandro Díaz de León y del Banco de México por extensión, hizo ayer LatinFinance. Bien…
* Creciente malestar y preocupación en el equipo cercano al presidente electo ante la posibilidad de que en los próximos días, como se ha filtrado, el impresentable dictador venezolano Nicolás Maduro pudiera confirmar su participación en la toma de posesión del tabasqueño, alentando con ello toda suerte de protestas y acciones de repudio que, obvio, nadie desea…
Veámonos el viernes, con otro asunto De naturaleza política.
Twitter: @EnriqueArandaP