Miércoles 22 de Julio de 2020
40,400 muertos ya… ¿hasta cuándo?
Nunca antes como en las próximas horas, la incipiente democracia mexicana debió enfrentar un mayor riesgo por la abierta e ilegal pretensión del gobierno federal, de hacerse con el control del órgano constitucional autónomo, responsable de organizar y sancionar los comicios, garantizando la equidad, legalidad y transparencia de los mismos.
En las próximas horas, efectivamente, la elección de cuatro nuevos consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE), por parte de la diputación federal, definirá no sólo el previsible futuro de la democracia sino, también, la vigencia de los derechos y garantías fundamentales en México, incluso, el régimen de libertades… amén que permitirá dejar a la vista el sesgo autoritario del gobierno de la 4T, de Andrés Manuel López Obrador.
Lo que está en juego pues, no es ni poco ni intrascendente, por lo que el asunto requiere atención y seguimiento por parte de los actores políticos, sí, pero, igualmente de parte de la sociedad en general.
Esto, porque si bien en las últimas horas las hordas más radicales de Morena y aliados —idiotas útiles, les llamaría su admirado Lenin— debieron asumir un par reveses por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y de la Junta de Coordinación Política de San Lázaro que anularon su intención de revertir el proceso invalidando las cuatro quintetas elaboradas por el Comité Técnico de Evaluación, lo cierto, es que la votación de e sta tarde-noche podría aún reservar sorpresas.
Sorpresas desagradables por parte de quienes, movidos por Gerardo Fernández Noroña y Dolores Padierna o peor, por el impresentable socio (inmobiliario) de Irma Eréndira Sandoval, la afortunada titular de la Función Pública amenazan reventar la sesión si la oposición no acepta dar cauce —“sin chistar valga decir…”.— a su propuesta integrada por Norma Irene Cruz, José Fernando Faz, Carla Humphrey y Uuc-Kib Espadas misma que, de entrada, fue rechazada apenas hacerse pública por parte del frente integrado por diputados de Acción Nacional (PAN), Movimiento Ciudadano (MC), el Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Mexicana (PRD).
Es verdad y vale destacar que, en caso de no conseguir consensuar una propuesta avalada por la mayoría de los grupos, incluso, que la acordada no reciba el apoyo de tres cuartas partes de los diputados presentes, se citaría a sesión el jueves para, vía insaculación de “los veinte preseleccionados”, integrar una nueva cuarteta que, igual que la anterior, requeriría contar con mayoría calificada, pues, en caso de fracasar también esta opción, la Cámara debería enviar la lista de “los 20” a la Suprema Corte para que sea ésta la que defina quiénes ocuparán las vacantes en el Consejo del INE.
La moneda está en el aire y lo que está en juego, insistamos, no es poco ni intrascendente.
ASTERISCOS
* Al margen la elección, nada parece más evidente, sino que el gran perdedor hasta ayer en la puja no era otro que el indigesto PT que, dicen los que saben, decepcionó hasta a Mario Delgado que, por la noche, juraba que “no hay forma ya” de apoyar que uno de los suyos presida la Cámara.
Veámonos el viernes, con otro asunto De naturaleza política.