19 de Junio de 2019
Más pronto que tarde, activistas del Movimiento Regeneración Nacional —“de izquierda”, dicen de sí mismos— descubrieron que el triunfo electoral de julio pasado no sólo les permitió treparse al poder gubernamental, y a un (supuesto) reconocimiento que dilapidan de manera cotidiana, sino, también, al dinero fácil que creen merecer por trabajos realizados “en favor de la causa…” en los últimos meses, muchos años en algunos casos…
Tal es el caso que, hoy por hoy, al margen de la abierta confrontación que enfrenta a la cuestionada presidenta (en funciones), Yeidckol Polevnsky, con el ebradista-monrealista Alejandro Rojas Díaz Durán, de cara a la elección de una nueva dirigencia nacional, el partido-gobierno ha comenzado a dividirse por la confrontación entre quienes aspiran a hacerse de poder (y dinero) vía la asunción de cargos en la estructura gubernamental —“los arribistas”, como les llaman… y quienes creen haber encontrado en la Escuela de Cuadros de Morena una suerte de “mina de oro” que, sólo este año, podría ejercer un presupuesto cercano a los 500 millones de pesos.
Y esto porque, si bien no son pocos los morenos conscientes de la debilidad estructural del partido creado por Andrés Manuel López Obrador y, en consecuencia, de la urgencia de generar “cuadros” capaces, ideologizados y con experiencia (de los que, es evidente, ahora carecen) para consolidar su actual posicionamiento y permanecer en el control de país —“al más puro estilo del viejo sistema”— no son escasos también los que, excluidos del reparto de cargos en el gobierno, comienzan a pujar por hacerse de posiciones en la referida instancia, la Escuela y/o el Instituto, que les garanticen presencia y capacidad de acción al interior del partido, sí, pero más aun el manejo de presupuestos millonarios…
De tal nivel son ya los jaloneos, explican quienes militan activamente en las filas de la 4T, que los trabajos de la (supuestamente) necesaria Escuela de Cuadros que, en forma conjunta, lideran el cartonista Rafael El Fisgón Barajas, de La Jornada; el esposo de la secretaria Irma Eréndira Sandoval, de Función Pública, John Ackerman; el (respetado) editorialista Lorenzo Meyer, de Reforma, y la cuestionada Elena Poniatowska, simple y sencillamente no tienen para cuándo arrancar a nivel federal, es cierto, y menos, mucho menos, en los estados…
Más temprano que tarde, entonces, insistamos, la confrontación alentada por ambiciones personales de poder y lo que éste conlleva —reconocimiento y dinero, por ejemplo— e intereses particulares alcanzó a los autodesignados “altruistas de la política activa”. ¿O no?…
ASTERISCOS
* Ahora resulta que, al más puro estilo de la 4T, legisladores morenos miembros de la Comisión Bicameral responsable de elegir al próximo director general del Canal del Congreso, evalúan opciones para imponer a uno de los suyos, vía un albazo, uno más. Transcurre el tiempo y nada pasa…
* Curioso y alentador, sin duda, que hayan sido diputados de Morena y del Partido del Trabajo, en Sinaloa, quienes, finalmente, se hayan inclinado por el rechazo a la votación (20-18) para impedir la reforma del Código Familiar que legitimaría el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Veámonos el viernes, con otro asunto De naturaleza política.