Domingo 11 de Abril de 2021
“Es una sanción excesiva…”, es igual a doblar la rodilla.
De no ser tan grave —“intrínsecamente perversa” podría decirse— la respuesta de Andrés Manuel López Obrador a la pública exigencia de vacunación de médicos, enfermera(o)s y personal sanitario auxiliar del sector privado vinculado con el combate a la pandemia causada por covid-19, bien podría ser considerada como una de sus peores reacciones adoptadas, muy probablemente la peor, ante un reclamo popular específico en sus casi dos años y medio de gestión…
Y esto no sólo por el tono despectivo e insultante de las palabras del tabasqueño, sino, fundamentalmente, por la innegable carga despótica —“que nos esperen… hasta que nos toque a todos”— que las mismas entrañan.
Más aún, diría alguno, cuando, como aseguran muchos de quienes se mueven en el entorno cercano de Ya Sabemos Quién, las mismas son un claro mensaje de que a la vista las elecciones de junio, ningún reclamo posicionado vía presión, cual es el caso del personal de Salud de instituciones privadas, que tomó el Zócalo y recurrió a los medios de comunicación para potenciar su demanda, recibirá respuesta positiva… sin importar si días o meses antes, el gobierno hubiera comprometido algo, lo que fuera.
Por esto último es que ni a López Obrador ni a quienes con él cierran filas —el personal de la Florería Bucareli o de la fracasada y mentirosa burocracia de Salud incluidos, claro— les importó mayormente atender a la representación de poco más o menos 60 por ciento del personal del sector privado de Salud, el cual sigue sin ser vacunado —al margen de que la gran mayoría esté vinculada a la atención de infectados por covid-19—, que les pidieron se definiera una fecha tentativa para ser inoculados, ¡omitiendo exigir una acción inmediata que les preserve de verse afectados!, o, peor, de contribuir a mantener a México en la vergonzante posición de liderazgo mundial por lo que a número de víctimas (fatales) del sector médico se refiere.
Preocupante, pues, en sí misma, la respuesta al reclamo público del personal del sector privado de Salud, la cual parece, a la vista lo comentado, más una apuesta a confirmar que sí, en efecto, las promesas se las lleva el viento y que si la coyuntura electoral sugiere obtener un mayor rendimiento, votos, pues, poniendo antes de ellos a miembros de la impresentable Coordinadora Nacional de (vándalos) Trabajadores de la Educación (CNTE) y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), o a adultos de entre 50 y 60 años, incluso, que un compromiso de cara a la propia responsabilidad de gobernar para todos.
Así de grave y así de claro. “Que nos esperen…”.
asteriscos
* Dice el dicho y dice bien que “cae más pronto un hablador que un cojo…”, como lo refrendó ayer, en San Juan del Río, Querétaro, el cuestionable verdugo de la 4T, Santiago Nieto Castillo, quien, sin el menor pudor, acudió al acto de campaña realizado ahí por la impresentable candidata del lopezobradorismo a la gubernatura del estado, Celia Maya García. ¿Que no decían que no son iguales…que son distintos?
Veámonos aquí mañana, con otro asunto De naturaleza política.