10 de diciembre de 2018
¡Vaya difícil momento!, el que ¿eligió?, la Suprema Corte para explicitar, vía el aval de una acción de inconstitucionalidad que le coloca al lado de la oposición, su confrontación con Andrés Manuel López Obrador: cuando éste avanza en la colocación de un primer alfil al interior del máximo tribunal de justicia y, más importante, en el arranque del proceso sucesorio de su actual titular, el ministro Luis María Aguilar Morales.
No parece ser el mejor éste, si de enfrentarse se trata, para ninguna de las partes. Ni para el Ejecutivo federal que recién colocó sobre la mesa la terna de quienes pudieran ocupar la vacante que al cierre de noviembre dejó el ministro José Ramón Cossío, ahora en retiro ni menos, para los propios integrantes del Pleno de la Corte que, apenas inician el próximo enero, deberán elegir a su nuevo presidente… de ¡entre cuatro prospectos!
Es verdad que, al menos, en un primer momento, la apuesta de quienes operan en las periferias de López Obrador, era que Arturo Zaldívar Lelo de Larrea fuera quien liderara al Poder Judicial federal —“a nadie, incluso, pasó desapercibida la reciente incorporación de Netzaí Sandoval, hermano de la secretaria Irma Sandoval de la Función Pública y esposa a su vez del lopezobradorista radical John Ackerman” en su equipo— y no, como se preveía entonces, que quien lo hiciera fuera Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena cuya afinidad no pocos ubican, claramente, con el priismo.
Hoy, la apuesta incluye también a Jorge Mario Pardo Rebolledo y Alberto Pérez Dayán. No se antoja muy distinto el panorama cuando, en este caso, el Senado deba definir quién de entre los tres propuestos por el Ejecutivo ocupará finalmente la silla que ahora se encuentra vacía en el Pleno: si Loretta Ortiz que en su momento estuvo a punto de provocar una indeseada crisis con el Vaticano cuando “filtró” que el Papa Francisco participaría en los foros pro-paz convocados por el candidato ganador; Celia Maya García, activista (como la anterior) del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), excandidata al gobierno de Querétaro o, Juan Luis González Alcántara Carrancá, quien se reconoce como el mejor preparado y con mayor experiencia de los tres postulados y, obvio, cercano al primer círculo presidencial.
A la vista los hechos, entonces, no parece éste el mejor momento para dar paso a una abierta confrontación entre poderes…y menos, cuando la actual situación no involucra sólo a dos de ellos, insistamos, sino también al Legislativo que, amén de ser el origen de la ley (Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos) impugnada, causante del diferendo que nos ocupa es, también escenario hoy de una pugna que involucra igual a personajes importantes del Senado, los priistas Miguel Angel Osorio Chong y Claudia Ruiz Massieu de manera destacada en la que, presuntamente, se opera para “ganar la partida al Presidente…” en lo que a la selección del ministro número 11 de la Corte refiere que en el frente contrario a operadores son miembros del círculo más cercano al mandatario.
Comentamos.
ASTERISCOS
* Preocupante, sin duda, el reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) según el cual 14.6% de la población adulta en contacto con alguna instancia de gobierno atestiguó un acto de corrupción, particularmente de actos (consumados o no) de soborno, destacando en cuanto a incidencia los señalamientos en la Ciudad de México, Quintana Roo y Morelos.
* Digna de destacar, la decisión del Grupo Vidanta de Daniel Chávez Morán de salir al paso a versiones según las cuales, en coordinación con Interjet de Miguel Alemán Magnani, prepara la creación de un nuevo consejo turístico, compuesto por empresarios privados, orientado a sustituir al actual Consejo de Promoción Turística cuya desaparición anunció ya el jefe del Ejecutivo.
Veámonos el miércoles, con otro asunto De naturaleza política.
Twitter: @EnriqueArandaP