Lunes 24 de mayo de 2021
Un voto por Morena es un voto contra México.
Tres semanas después del trágico desplome de una trabe en el tramo elevado de la ruta Olivos-Tezonco de la Línea 12 del Metro, que dejó un saldo de 26 muertos y al menos 80 heridos, las autoridades capitalinas poco o nada (serio) atinan a esclarecer aún sobre el mismo, causas y responsables, mientras en estrecha armonía con el gobierno federal, parecen empeñarse en tender un “manto de silencio” en torno a lo sucedido…
Esfuerzo coordinado éste que, huelga destacar, no parece tener otro propósito que diferir hasta pasadas las estratégicas elecciones de junio cuando, quiérase que no, parte importante de la población pondrá en la balanza aciertos y desatinos —lo ocurrido en la otrora Línea Dorada, sin duda— de la actual administración central y local, así como su cada vez más evidente proclividad a esconder los yerros e ineficiencias de quienes forman en sus filas y a potenciar hasta el extremo los de sus opositores.
Por ello, y no por otra razón, es que no será sino hasta pasados los comicios —“a mediados de junio”, según la cuestionada Claudia Sheinbaum— que habrán de darse a conocer resultados del peritaje que realizan técnicos de la certificadora noruega Det Norske Veritas (DNV-GL) que deberá evidenciar no sólo la existencia de fallas de origen en la construcción de la línea accidentada, sino, más bien, la evidente falta de mantenimiento —“en los dos últimos años y medio al menos”— en una ruta que, a la vista, ofrecía evidencias de fallas que ponían en riesgo a la población.
Luego, se prevé, vendrá el “montaje y puesta en escena” de la trama orientada a liberar de eventuales culpas no sólo a la titular del gobierno capitalino y a la impresentable ¿responsable? de la dirección del Metro, Florencia Serranía, sino, igualmente, a otros integrantes destacados del gobierno de la 4T, el canciller Marcelo Ebrard y el siempre obsequiosito Mario Delgado, administrador de turno en el partido del gobierno en especial y, a decir de técnicos y especialistas, intentar “cargar las tintas” en acciones y eventuales fallas cometidas por la administración anterior encabezada por el no-perredista Miguel Ángel Mancera en particular.
Y todo, sin dejar de considerar la posibilidad (real) de que, como en otros de manera reiterada, en éste y otros gobiernos, sin duda, el asunto pase a engrosar los archivos existentes en la “refrigeradora” oficial…
asteriscos
* Nada bien deben andar las cosas entre Andrés Manuel López Obrador y el impresentable Jaime Bonilla cuando aquel, en su tradicional mañanera, llamó a los bajacalifornianos a votar “y ya no darle la confianza a quienes no lo merecen…”, tras conocer diversas irregularidades existentes en la entidad en materia de salud, con este gobierno de excesos, corrupto, ineficaz…
* Durante el cuarto informe del Sistema Nacional de Fiscalización, la cuestionada y hoy casi ignorada (por la 4T) titular de la Función Pública, Irma E. Sandoval, dijo que “sólo con fiscalización y resultados se contribuye a la prevención, detección y sanción de faltas administrativas y hechos de corrupción, así como al control del gasto público”. Ojalá lo cumplan…
Veámonos el miércoles, con otro asunto De naturaleza política.