21 de noviembre de 2018
Además de dar paso a la elección de un nuevo miembro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la formal terminación del periodo para el cual el ministro José Ramón Cossío Díaz juró como integrante de la sala superior, el 30 de noviembre próximo, constituirá también, en los hechos, el arranque de la puja por la sucesión de Luis María Aguilar Morales como ministro presidente del máximo organismo del Poder Judicial federal, al cierre de 2018.
Al término del mes en curso, entonces, unas horas apenas antes que Andrés Manuel López Obrador asuma, formalmente, como presidente, el nuevo jefe del Ejecutivo estará en capacidad de proponer al sucesor del ministro Cossío, una mujer presumiblemente —Yasmín Esquivel Mossa, magistrada y esposa del cuestionado asesor-consultor lopezobradorista José María Riobóo o la ebrardistaLeticia Bonifaz Nuño, señalan los pronósticos— y, con ello, de (intentar) influir en la selección del titular del único de los tres poderes de la Unión que, para entonces, no controlará de manera plena.
Eso es lo que marcan los tiempos legales y eso, también, es para lo que hace ya no pocos meses se han venido preparando tanto los ministros electores como, huelga decirlo, los hombres del próximo gobierno que, dígase lo que se diga, parecen haber asumido ya que quien mayores posibilidades tiene de ocupar el lugar que el 30 de diciembre deberá dejar Aguilar Morales no es otro que el ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, quien, en las últimas semanas, parece haber sumado a su favor la voluntad de la mayoría de sus compañeros de la sala superior.
Ello, valga, luego que el extitular del Servicio de Administrtación Tributaria (SAT) y, como él, aspirante a alcanzar la presidencia de la Corte, Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena, fue señalado como autor de un proyecto de resolución que, en esencia, proponía otorgar un amparo a la española Telefónica que, amén de reconocer el supuesto pago de “cuotas injustas” por el uso del espectro radioléctrico los últimos años, le permitiría hacerse con una indemnización, por parte del Estado, claro, por algo más de 10 mil millones de pesos.
El banderazo de salida en la puja por la Suprema, entonces, está por darse… independientemente que el actual no sea el mejor momento en la relación de la misma con el poder entrante ni, mucho menos, con una cantidad cada vez mayor de jueces y magistrados federales que, en los hechos, han iniciado la batalla legal contra la decisión de la próxima administración sexenal de recortar (por decreto) sus salarios y cancelar prestaciones.
Veremos cómo evolucionan las cosas.
ASTERISCOS
* Este domingo, a la vista los resultados de su actual gestión, Alan Ávila Magosdeberá ser ratificado al frente de la Secretaría Juvenil de Acción Nacional para, dice él, encabezar ahora la organización y trabajo de las nuevas generaciones contra “el populismo que viene…”. Antes, deberá vencer a
Jesús Aguiar Tostado, a quien impulsan impresentables como Jorge Manzanera, el cuestionadísimo Jorge Villalobos o, más, su antecesor en el cargo.
* No acaba de asumir como superdelegado y el exrector y senador aún ayer Gilberto Herrera, comenzó ya a dar de qué hablar en su natal Querétaro dado que, al más puro estilo, sigue utilizando instalaciones de la Universidad para atender asuntos personales y de su (supuesta) futura posición. ¿No será que la Universidad Autónoma de Querétaro vaya, en adelante, a convertirse en sede de Movimiento Regeneración Nacional?
* Nada bueno parece reservar al próximo gobierno la próxima reunión de ANUIES, de Jaime Valls tras de que, en medio de una profundísima crisis económica, los rectores de las universidades públicas se enteraron que aquel prevé un recorte de 32.5% en el presupuesto de la educación superior, cuando el propio presidente electo había ofrecido mantenerlo en términos reales.
Veámonos el viernes, con otro asunto De naturaleza política.
Twitter: @EnriqueArandaP