23 de Agosto de 2020
Ayer ¡60,254! decesos ya…y lo que falta.
Víctima de su propia estrategia de “filtrar” videos incriminatorios de sus protagonistas en presuntos actos de corrupción —el que involucra a Pío López Obrador y al propuesto nuevo zar en materia de compra de medicamentos por el gobierno, David León Romero, el último— con ánimo de desprestigiar a sus opositores políticos, el lopezobradorismo y su partido enfrentan ahora el reto de ajustar su actuación al marco legal y, más, a las disposiciones que, ante su evidente resistencia a hacerlo, debió dictar el máximo tribunal electoral nacional.
Luego de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que lidera Felipe Fuentes, decidiera que sea el Instituto Nacional Electoral, del odiado Lorenzo Córdova, el que, vía una encuesta (¿telefónica?), consume la exigida renovación de la dirigencia de Morena, en efecto, la parte más radical del régimen, encabezada por el “ex” Alfonso Ramírez Cuéllar y Bertha Luján, la impresentable lideresa del Clan Alcalde, “orgullo del nepotismo” del gobierno, decidió arriar banderas y asumir el ordenamiento suponiendo, no sin razón, que el mismo cuenta con el aval de Palacio Nacional y de quien en él habita.
No será ésta una elección tersa ni escasa en excusas e intercambios de acusaciones. Menos, cuando de sobra se sabe de la confrontación interna existente en el oficialismo, donde conviven cuatro corrientes poderosas identificadas, al menos y, sin duda, la cada vez más obvia carencia de una estructura que permita encausar un proceso como el que tocará coordinar al INE para, presumiblemente, dotar de una nueva dirigencia al Movimiento de Regeneración Nacional apenas arranque de manera formal el proceso electoral federal de 2021.
A la vista de ello, que a nadie extrañe el que, desde ya, se barajen tres y hasta cuatro nombres de posibles aspirantes a la posición: el exebrardista, experredista y siempre obsecuente Mario Delgado Carrillo, quien presume contar con el VoBo de Ya Sabemos Quién, el administrador en turno (Ramírez Cuéllar) apoyado por los más radicales de la 4T, el “alfil” de Cancillería, Alejandro Rojas Díaz Durán y, claro, la “depuesta” e imputada Yeidckol Polevnsky que, a decir de sus cercanos, un día sí y otro también suspira por volver a la dirigencia morena.
Desesperado, como dicen algunos, está ya el primer círculo de poder a nivel federal, digamos entonces, el asunto vendrá a agregar tensión al mismo que, si bien continúa confiando en la retórica cotidiana y la estrategia “anticorrupción” y de imputación generalizada de culpas del régimen, no deja de reconocer que un eventual triunfo en el proceso electoral por venir no está en forma alguna garantizado…
asteriscos
* Evidencia más que clara del fiasco en que se convirtió el cónclave entre Andrés Manuel López Obrador y los gobernadores es la declaración que ayer hiciera una decena de éstos sobre resultados nulos y su previsión de dejar la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago). Mal…
* Utilizada para intentar inyectar optimismo sobre la evolución de la economía, en crisis por la pandemia, la eventual alza de 18 a 20 puntos del índice de confianza empresarial es mínima y, a decir de la Coparemex, de Gustavo De Hoyos, poco o nada habla de recuperación…
Veámonos mañana, con otro asunto De naturaleza política.