Domingo 08 de Septiembre de 2019
Preocupante en sí misma, la terca pretensión de nuevos y viejos cuadros político–partidistas, de legalizar la práctica criminal del aborto a nivel nacional, parece tomar nuevos bríos soportada ahora en el activismo de legisladores morenos –“bajo el fallido liderazgo de Porfirio Muñoz Ledo en algún tiempo”– y de otras fuerzas, las casi infinitas posibilidades que a su causa ofrece la imposición de la ideología de género desde la Secretaría de Educación Pública, que ¿coordina? el indeciso Esteban Moctezuma, y, claro, la supuesta o real reactivación de millonarios flujos de capital extranjero en su apoyo.
Ello sólo, que como es obvio suponer, encendió ya toda suerte de alertas al más alto nivel de la iglesia católica y las cada vez más activas organizaciones defensoras de la vida y la familia, favorece el encono social y alienta la promoción de nuevas y cada vez más exigentes iniciativas orientadas a posibilitar que, como en la capital de país desde abril de 2007 –durante el gobierno de Marcelo Ebrard Casaubón– y tras la cancelación, en doce años, de la vida de más de 200,000 mexicanos sólo en clínicas públicas, el asesinato de niños en el seno de sus madres no sólo no sea considerado un ilícito sino que, en el extremo, se le tipifique como un derecho.
En tal esfuerzo, vale destacar la “soterrada” labor que en busca del objetivo señalado, desde 1969, realiza Mexfam, una organización que, sólo en aportes de la International Planned Parenthood Federation recibe entre 35 y 45 millones anuales en apoyo de las campañas en materia de “salud sexual y reproductiva”, que entre la juventud y adolescencia impulsa, y que de una u otra manera, suma a la consistente labor y creciente activismo de instancias vinculadas al partido–gobierno y, aunque de manera menos relevante en la actualidad, a la izquierda vinculada con el (ahora desfalleciente) irrelevante partido del sol azteca que, en 2007 fue, sin duda, la instancia promotora y operadora de la legalización del aborto –ILE, Interrupción Legal del Embarazo, prefieren identificarlo unos y otros– en la capital.
A la vista el formal arranque de los trabajos del segundo año de la actual Legislatura, y así como las organizaciones pro-aborto han comenzado a posicionarse y a impulsar sus respectivas plataformas, también lo hacen sus contrapartes en esta lucha, el Frente Nacional por la Familia, que apenas la pasada semana y con pleno apoyo de la jerarquía católica y de un sinnúmero de otros credos, convocó, como el año anterior en que reunió a poco más de un millón de mexicanos, a una nueva movilización nacional en las principales localidades del país.
El asunto, pues, está más que “vivo” y preocupa de fondo a sectores sociales clave, por lo que habrá que estar atentos a su evolución. Al tiempo entonces.
ASTERISCOS
* Los “buenos oficios” de Juan Carlos Romero Hicks para destrabar el último entuerto en San Lázaro fueron en tal forma efectivos que, incluso, varias fuerzas partidistas llegaron a valorar la posibilidad de que fuera él (y no la cuestionada Laura Rojas) quien presidiera la Mesa Directiva, lo que él declinó para mantenerse en la coordinación blanquiazul y, dicen, atender al reclamo de Marko Cortés, el gris-gris dirigente de Acción Nacional.
Veámonos aquí mañana, con otro asunto De naturaleza política.