28 de febrero de 2018
Previa la imposición —“también en esto…”— de la lista de aspirantes de Acción Nacional al Senado por vía plurinominal, tuve la oportunidad de escuchar a más de uno entre los alfiles de su nuevo dueño y, claro, leí sus declaraciones a medios, aceptando que sí, que efectivamente existía la posibilidad de que el jefe de Gobierno capitalino apareciera en la referida nómina, siempre y cuando, aclaraban todos, “(Miguel Ángel) Mancera Espinosa suscriba, en todos y cada uno de sus puntos, la Plataforma Electoral del partido”.
Poco menos de dos semanas después, cuando en diversos medios ha comenzado a “filtrarse” la especie de que el cuestionado no perredista podría optar por no aceptar la nominación que en su favor negoció el autodesignado candidato Ricardo Anaya Cortés, militantes y simpatizantes siguen esperando la adopción de los postulados esenciales del panismo o, al menos, que el prospecto (ahora) de no panista abdique de posturas proabortistas extremas y/o contrarias a la familia concebida como cimiento biológico —“constituida por un hombre y una mujer, para ser claros”—, cultural y moral de la sociedad mexicana.
Lo mismo continúan, y seguramente seguirán esperando de la candidata del engendro electoral suscrito por PAN, PRD y MC, la abortista y abierta promotora de la agenda LGBT Alejandra Barrales Magdaleno que, en uso de su personal derecho ciertamente, no sólo defiende sus posturas en cuanta oportunidad tiene, sino que, incluso, aprovechando para ello spots de la coalición Por México al Frente en cuya Plataforma, vale destacar, tales temas fueron excluidos (precisamente) para no generar polémicas.
Hoy entonces, cuando Mancera Espinosa sigue ostentándose como no perredista, siendo que él es quien define rumbo y postura del otrora partido-insignia de las izquierdas, lo mínimo a que él estaría obligado de cara a un panismo cada vez más deslucido y (doctrinalmente) confundido sería, por ejemplo, suscribir lo expuesto en el numeral 4.2.1, relativo a Desarrollo Humano de la referida Plataforma partidista que, a la letra, plantea “promover la defensa de la vida humana desde (el momento de) la concepción y hasta la muerte natural” o, en el 4.2.1.1 del mismo capítulo que obliga, creemos, a los militantes de Acción Nacional y de manera especial a quienes el PAN obsequia con alguna posición, a “promover que la legislación y las políticas públicas reconozcan, respeten y promuevan el valor de la familia como cimiento de la sociedad mexicana, así como la dignidad, derechos e interés superior de los niños”.
No hacerlo, parecería una burla al partido en cuanto tal, a los sumisos integrantes de la Comisión Permanente y Consejo que avalaron su postulación y, más, a la sociedad entera y en especial a la comunidad panista que, otra vez, evidencia que su percepción y/u opinión sobre temas de fondo, simple y sencillamente no son tomados en cuenta ni inciden de manera alguna en las decisiones que se adoptan…
¿O no?
Asteriscos
* Reveladora, por cierto, la afirmación que, vía su cuenta de Twitter, hiciera la aspirante independiente a la Presidencia, la señora Margarita Zavala Gómez del Campo, en el sentido de que para todos los panistas ella será una opción que defienda los valores que dieron vida a Acción Nacional (PAN) en el que, lamentó, “se haya autoimpuesto un mitómano como candidato”.
* A quienes creyeron que la propuesta morena de dar al impresentable Napoleón Gómez Urrutia una curul senatorial sin costo, ayer la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje respondió con un laudo en el que absuelve a Industrial Minera México, de Germán Larrea Mota, y condena al sindicato minero, a Napito, a pagar a extrabajadores 55 millones de dólares más intereses devengados en 13 años… algo así como 100 millones de dólares adicionales.
Veámonos el viernes con otro asunto De naturaleza política.
Twitter: @EnriqueArandaP