Lunes 8 de Marzo de 2021
Retoma tasa de letalidad línea ascendente…
Cuando en las próximas horas miles, ¿millones? de mujeres tomen calles y avenidas en prácticamente todas las localidades importantes del país para protestar por la violación sistemática de sus derechos más elementales y exigir el cese de la violencia en su contra, Andrés Manuel López Obrador y su gobierno estará enfrentando el más grave reto de corte social y humanitario, político finalmente, al que haya tenido que “plantar cara” en sus casi dos años y medio de gestión al frente del Ejecutivo federal.
No es éste un reto cualquiera ni sus consecuencias fácilmente predecibles puesto que, al margen consideraciones de otra índole, lo cierto es que autoridades mexicanas, igual las actuales que las anteriores, han optado por cerrar los ojos ante el grave problema que representa la comisión de algo menos de un millar de feminicidios anuales —996 en 2020, según cifras oficiales—, prácticamente tres por día, y la creciente violencia verbal y/o física por parte de colectivos que un día sí y otro también levantan la voz para reclamar una justicia que parece negárseles por sistema.
El “tapiado aislante” de monumentos públicos y del mismísimo Palacio Nacional en la Ciudad de México, más el discurso crítico y/o displicente del gobierno ante el agravio que para muchas —no pocas de ellas miembros activos, legisladoras y/o funcionarias del partido del gobierno— representa la sola nominación al gobierno de Guerrero del impresentable Félix Salgado Macedonio, senador acusado de dos actos de violación y otros más de acoso, habla por sí de la posición oficial ante el problema que al paso de los días, de las horas, suma cada vez más demandantes.
Hablamos, pues, de un problema de conciencia y sensibilidad políticas, de responsabilidad social y el humanismo más elemental que exige soluciones y no sólo discursos orientados a inhibir manifestaciones como las que hoy habremos de atestiguar. Es un problema de muchas y pretender ignorarlo es, para decirlo pronto, un acto de irresponsabilidad…
asteriscos
*Al final, como advertimos aquí mismo, el comando de Acción Nacional acabó entregando la candidatura a la alcaldía capitalina en Álvaro Obregón a la expanista y ahora verde, Lía Limón, atendiendo así a la exigencia que con apoyo del impresentable cacique azul, Jorge Romero, su socio, hiciera el también impresentable perredista Leonel Luna. Vaya congruencia…
*Ahora sí que, contra viento y marea, si así se quiere ver, la alcaldesa Mara Lezama Espinosa acabó imponiéndose en los sondeos que para definir candidata a presidir el municipio de Cancún (Benito Juárez) realizó ahí el partido del gobierno. Irá por la reelección, sin importar el malestar y la amenaza de la senadora Marybel Villegas de impugnar el proceso…
*Por esos mismos rumbos, por cierto, el gobernador expriista, Carlos Joaquín González, confirmó que luego de prácticamente un año del inicio de la pandemia, Quintana Roo consiguió pasar de la sexta a la posición 27 entre los estados por número de casos confirmados, además de estar entre los 10 con menos decesos a nivel nacional. Bien…
Veámonos el miércoles, con otro asunto De naturaleza política.