12 de octubre de 2017
México.- En el marco del “Congreso sobre Gestión Intercultural. Puntos de encuentro y articulación a 10 años de camino”, el arqueólogo Luis Antonio Huitrón Santoyo expuso que la administración del patrimonio arqueológico es un tema poco desarrollado y estudiado en México.
De acuerdo con un comunicado del Instituto Nacional de Antropología e Historia, el experto mencionó que la Dirección de Operación de Sitios del INAH impulsa desde hace más de 20 años el desarrollo de iniciativas a favor de la conservación y gestión del patrimonio arqueológico.
Al impartir la conferencia “La gestión del patrimonio arqueológico. Notas sobre la construcción de un modelo de intervención institucional”, el titular de la Dirección de Operación de Sitios reconoció la realización del congreso que organiza la UNAM, a través de la Licenciatura de Desarrollo y Gestión Intercultural, de la Facultad de Filosofía y Letras.
Manifestó que para el INAH la construcción de un campo de acción para proteger el patrimonio y la conservación es una función social donde se entrelaza con el reconocimiento de categorías de análisis y de acciones institucionales y colectivas.
“El INAH, siguiendo el mandato que le confiere el Estado mexicano, es garante de la protección, investigación, conservación y difusión del vasto patrimonio arqueológico, que suma ya cerca de 50 mil sitios arqueológicos inscritos en el Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos, de los cuales sólo 189, distribuidos en los 31 estados y la Ciudad de México, cuentan con condiciones para su visita pública”, explicó.
De igual forma, externó la formalización de la reciente apertura de más de 15 nuevos espacios patrimoniales, en Chiapas, Oaxaca, Querétaro, Hidalgo, Guanajuato, Guerrero, Quintana Roo, Tlaxcala, Sonora y Puebla.
Con base en las experiencias acumuladas y en conjunto con los lineamientos normativos en dicha materia, el INAH ha revisado y mejorado un modelo de planeación para la gestión y manejo integral del patrimonio arqueológico.
Dicho plan es un instrumento de política institucional, que es la suma de un proceso de planificación, en el cual se asegura la dirección de los procesos de conservación, investigación, protección, difusión y administración.
“Este instrumento actúa en dos escenarios: uno precisa su carácter de guía, donde se plasman los principios generales y los lineamientos estratégicos para la conservación y transmisión de los valores patrimoniales a largo plazo», explicó.
Mientras que el segundo «define un espacio de diálogo y acuerdo, que fomenta la acción concertada entre el sector público y la sociedad para lograr un mayor compromiso y participación en la conservación integral del patrimonio arqueológico”, finalizó Huitrón Santoyo.