12 de enero de 2018
Berlín.- Alemania se dirige a la tercera edición consecutiva de un gobierno entre los demócratas cristianos y los socialdemócratas después de cinco días de intensas negociaciones, a más de tres meses de la realización de las elecciones generales.
Los presidentes de los tres partidos, -Angela Merkel, Unión Demócrata Critiana (CDU), Martin Schulz Partido Socialdemócrata (SPD) y Horst Seehofer de la Unión Social Cristiana de Bavaria (CSU)-, se presentaron este viernes optimistas y satisfechos del resultado de las negociaciones.
Los tres líderes se presentaron en rueda de prensa en Berlín, después de haber deliberado las últimas 24 horas sin pausa sobre los eventuales fundamentos de un gobierno de coalición.
La etapa de sondeos que hoy concluyó es muy importante en el camino de la formación de un nuevo gobierno en Alemania después de las elecciones del 27 de septiembre, pero todavía pasarán dos meses y medio hasta que el proceso concluya.
No habrá gobierno en Alemania antes del 30 de marzo porque ahora vienen las negociaciones para definir y ponerle fecha a las medidas políticas, poneerlas en un papel para firmarlas.
Los resultados principales que hoy se dieron a conocer es que no habrá aumentos de impuestos en la nueva legislatura, la pensión para la vejez se reformará en forma sustancial de forma que los alemanes reciban dinero suficiente para cuando termine su vida laboral.
Los tres partidos se comprometieron a tomar velocidad en las decisiones sobre cambios en el país, en vista de la insatisfacción general.
Los inmigrantes que reciban el derecho de asilo político podrán traer en forma limitada a su familia, pero no todos los que llegan al país pidiendo asilo podrán hacerlo, el ingreso de inmigrantes se controlará mas y se llevará a cabo en foma mas ordenada, las medidas de integración se intensificarán.
El punto en el que Martin Schulz consiguió imponerse fue en darle un papel sobresaliente a Europa, al proyecto de la integración europea.
Alemania deberá asumir un papel de liderazgo junto con Francia. En realidad, ese es un punto en el que la CDU y el SPD coincidían, pero la CSU se oponía. Al parecer, las resistencias de ese último partido al respecto quedaron en segundo plano.
La política educativa ya no será un asunto estatal sino federal, con el sentido de homogeneizar criterios y calidad. La digitalización del país se acelerará y se extenderá fuertemente en el sector educativo.
Una corriente de opinión entre los medios de prensa alemanas consideraba que los acuerdos llevan principalmente la firma de la Unión Demócrata Cristiana de Angela Merkel, y que el Partido Socialdemócrata no logró imponerse en dos de sus principales cometidos iniciales:
«Aumentar los impuestos a la gente que mas gana y establecer un seguro ciudadano para que no haya mas un sistema médico de dos clases para la población».
Los tres presidentes de los partidos informaron, por su parte, que las negociaciones de los últimos cinco días fueron realizadas con profundidad y que, si bien la atmósfera propició siempre el diálogo, hubo momentos en que se pronunciaron palabras fuertes de desacuerdo.
Nada queda, por lo pronto, de la rotunda negativa del Presidente del Partido Socialdemócrata de entablar diálogo y sondeos con los dos partidos democristianos para concertar con ellos una tercera coalición consecutiva.
Por el contrario, los tres se agradecieron hoy recíprocamente la orientación constructiva de las deliberaciones.
Falta ahora por ver como reacciona el Partido Socialdemócrata, donde hay fuertes corrientes en sus bases que rechazan en forma categórica una tercera coalición roji-negra y que quieren pasar a la oposición para desde ahí redefinir el partido y hacerle la vida difícil a la canciller Angela Merkel, a quienes consideran la causa de la debacle socialdemócrata en las elecciones de septiembre.
El Partido Socialdemócrata decidirá el 21 de enero en asamblea general si acepta el documento negociado en las negociaciones
Además, su presidente, Martin Schulz, llevará a cabo labor de covencimiento en favor del documento durante las siguientes tres semanas, al término de las cuales, cada miembro del Partido Socialdemócrata emitirá su voto al respecto.