13 de octubre de 2017
Si bien el acrítico e irresponsable involucramiento de Acción Nacional en el antinatural Frente Ciudadano promovido por Ricardo Anaya Cortés con la implícita intención de satisfacer su particular y desmedida ambición de aparecer en las boletas de 2018 como candidato presidencial fracturó ya, en los hechos, al panismo a nivel federal, la decisión de imponer el mismo en el ámbito capitalino derivará, irremisiblemente, en la desaparición del partido en la más importante plaza política del país.
Y esto no sólo porque la decisión del queretano de comprometer el llamado voto azul en apoyo de candidatos tales como Alejandra Barrales o Ricardo Monrealimplique una suerte de atentado en contra de la doctrina humanista del PAN sino, fundamentalmente, por la consolidada convicción existente entre quienes siguen viendo al blanquiazul como alternativa de cambio de que, de seguir avanzando por esta vía, lo único que se va a lograr va a ser enterrar los restos de un panismo que, huelga recordar, no de ahora, sino de muchos años atrás, el cacique de turno a nivel local, Jorge Romero Herrera, y los suyos mantienen secuestrado, sometido, al borde de la muerte…
La sola pretensión de pasar por alto o ignorar la permanente confrontación que, en defensa de postulados y posicionamientos ha mantenido su militancia y simpatizantes en contra de las políticas clientelares y demagógicas impuestas en la Ciudad de México por el perredismo (cardenista, lopezobradorista, rosarista, ebrardista…) en las dos últimas décadas, debieran hacer pensar en la práctica imposibilidad de cobijar bajo los colores de Acción Nacional a personajes tales como los citados… independientemente de que, a decir verdad, ello se dé ya por parte del romerismo mancerista que, un día sí y otro también, pliega, somete al partido y a sus legisladores, por sólo citar un ejemplo, a la voluntad del cuestionado jefe de Gobierno.
¿Se acabó ya la oposición y, más, la lucha frontal contra la inexistente planeación estratégica, la falta de programas e inversión en rubros tales como movilidad, Metro, agua, medio ambiente, respeto a la vida y la familia, librada por miles de militantes comprometidos con los valores y postulados centrales de Acción Nacional? ¿Cómo explicar que lo de antes fue válido y “movió” al otrora partido de las derechas, de la gente decente… en busca de mejores disposiciones legales y/o reglamentarias o servicios básicos de calidad, hoy ya no tiene validez? ¿Deberá el ciudadano emisor del (declinante) voto azul en la capital de la República olvidar cómo, a lo largo de 20 años, la aberrante izquierda, su carro completo, hizo lo que mejor le pareció en la Asamblea?
No son pocas las incógnitas a resolver, ciertamente, como tampoco es menor el grave riesgo que con la adopción del Frente como alternativa de gobierno y/o propuesta electoral en la capital corre el blanquiazul o, si se prefiere, lo que aún queda del mismo… ¡que, ciertamente, ya no es mucho!
ASTERISCOS
* Creciente malestar e inquietud en el gobierno del cuestionado FranciscoPancho Domínguez, panista él, ante las cada vez más insistentes y documentadas versiones según las cuales el rector Gilberto Herrera Ruiz, de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), estaría “a nada” de anunciar su adhesión a la causa de Andrés Manuel López Obrador que, dicen, estaría ofreciéndole encabezar a Morena en la puja por una posición legislativa irrenunciable…
* Si bien no fueron pocos quienes vieron “con suspicacia” la decisión del verde Pablo Escudero de dejar su envidiable posición en el Senado para atender asuntos de orden personal y/o familiar, lo cierto es que, a decir de sus afines, la decisión del expresidente de la Cámara alta no es “ni nueva ni con la oculta intención de avanzar en la evaluación o, menos, organización de nuevos proyectos políticos”. Al tiempo…
Veámonos el domingo, con otro asunto De naturaleza política.